SAN JUAN 6-0 REDÍN

Sábado, 15 de marzo.
11:00, Polideportivo de San Juan.
A falta de media hora para que comience el partido estamos tres.
Los de San Juan hacen ejercicios de calentamiento desde mucho antes que nosotros y, así, comienzan a ganarnos el partido. Definitivamente estamos seis. Es decir, tenemos un cambio.
Me encanta. Ésto va en serio. Realmente voy a tener que pasar por ésto, vivir en primera persona 50 minutos de los que ya no espero nada.
Y actuar. Interpretar. Hay que ser inasequible al desaliento -los enanos se fijan en todo-, no rendirse, pelear hasta el final. Nos quedamos un rato en el vestuario. A lo lejos suena la bocina de la pista -como sonaron los silbatos y bengalas durante el hundimiento del Titanic- , que nos llama a la dura tarea de dar la cara. Y yo les pido que se lo crean, que jueguen para ganar.
Y, una vez más, nos lo dejamos todo para no llevarnos nada.
Pero, además de lo doloroso de la derrota, el árbitro ha querido darnos la colleja con una concatenación de errores y deposiciones mayúscula. Su primer gol con la mano, el tercero había salido de banda, dos manos no pitadas, faltas no sancionadas... Pshé. No sé ni por qué me quejo. La verdad es que un buen árbitro tampoco nos habría permitido ganar. Hoy no había.
Un espontáneo sale a controlar otro balón, perseguido por su pequeño hijo, irrumpiendo en mitad de una jugada y llevándose todo por delante. Un puto circo.
Y nos vamos, encontrándole la parte cómica a todo ésto. Hay que quedarse con algo ¿no?

14.III.08 desesperación

Asistentes: Fernando S, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Santi G, Juan B, Iñigo B, Álvaro R y Sikai Q.

No lo dije en el anterior post, pero el martes llevamos a cabo un entrenamiento más físico que técnico que -espero- nos ayude a ponernos en nuestro sitio.
Pero lo de hoy es demasiado. Así es imposible. Son demasiados los obstáculos, demasiadas las contrariedades que atentan contra todo propósito de volver a la senda de la victoria. Javi M -el capi- sufre un esguince en el dedo de un pie. Euge y Álex -el único portero- se van a esquiar el fin de semana, y Álvaro V -en un momento de forma espléndido- ya ha cogido las vacaciones. Kike sigue cojo.
Es larga, muy larga, la lista de ausencias para un partido más que crucial.
¿Qué le vamos a hacer? Realmente tenemos motivos para bajar los brazos. Los resultados no acompañan, la lista de bajas es una losa, San Juan en San Juan... Objetivamente la situación no invita a ser optimistas de cara al sábado. Pero nuestro escenario de actuación es éste y no otro. No podemos mirar hacia otro lado. Así que tocará hacer piña y defenderse con lo que hay.
Mientras corren intento autoconvencerme de que es posible. Tengo que ser el primero que crea en lo que quiero que crean.
Por supuesto les digo que siempre hay opciones, que lo necesario para ganar puede ponerlo cualquiera. Y les recuerdo que conmigo no cabe otro planteamiento. Siempre jugaremos para ganar, haya lo que haya.
Y lo que hay, esta vez es una posibilidad entre mil de conseguirlo. Pero hay una -en el fútbol siempre la hay- y eso es suficiente. Nuestro deber será hacer todo lo posible, como siempre. A eso vamos a San Juan.
Y los despido con una sonrisa.


Pfff... qué impotencia. Tendré que recuperarme.
Me obligo a recuperarme.

11.III.08 ¿motivación?

Reconozco que yo la necesito... Un poco.
Éste video puede servir. Sólo habría que cambiar el término "vender" por el de "ganar".


REDÍN 5-6 AURRERÁ

Sábado, 8 de marzo.
11:00,
Polideportivo de El Redín.
Comienza la segunda vuelta. Volvemos a vernos las caras con los orkos de Leitza, pero ésta vez en casa y con la única baja de Peter -como en la ida-.
Creo que los chicos realmente se creen capaces de conseguirlo, y me alegro por ello. Es el primer paso para realizarlo.
Una primera parte trepidante termina con empate a dos. Primero nos adelantamos nosotros. Fuertes en defensa, recurrimos a la falta táctica para frenar sus múltiples embestidas, claro síntoma de estar jugando en serio. Todo el juego del Aurrerá pasa por los pies del número dos, un personaje ultradesarrollado físicamente que nos mete en apuros tirando desde su propio campo. Nos meten dos. Y a falta de dos minutos expulsan al capi por doble amarilla. Es el precio de la falta táctica, y el resultado del juego sucio de los de Aurrerá, que no cesan de golpear y agarrar cuando el balón está en otro lado. Los últimos dos minutos los jugamos con uno menos y metemos un gol a falta de treinta segundos. ¡Si!¡Ya está!Ésto es lo que necesitaba. Luz, por fin, al final del túnel.
Salimos al descanso crecidos y el árbitro nos informa de que tendremos que jugar la segunda sin Javi.
Cogemos aire, fuerzas, y sorbemos un poco de espíritu ganador.
Los del Aurrerá se ponen dos arriba -entramos con una marcha menos- y pronto acortamos la distancia a uno. Al poco otra pájara colectiva y nos quedamos con el 3-6. Ocho minutos por delante y tiempo muerto.
¡Venga chavales, un arreón final!¡Estamos cerca!
Metemos el cuarto. Y luego el quinto. Apretamos y apretamos. El ritmo es altísmo. Un espontáneo toca el crono a falta de cinco minutos. Tensión. Y seguimos apretando. Una última contra la cruza Euge en exceso en lo que olía al empate cuasi-definitivo.
Una falta a favor, cerca de su área, cuando quedan 25 segundos lleva a otro espontáneo a parar el crono. Y los del Aurrerá explotan ante la impotencia de un árbitro perplejo. El árbitro da por finalizado el partido cuando quedan siete segundos. Es lo justo.
Partidazo.

7.III.08 que comience la escalada

Asistentes: Javi M, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Álvaro R y Sikai Q.

Termina la primera vuelta y el balance es realmente triste. Cinco partidos. Cero victorias, cero empates. Cero puntos. No esperaba algo así ni de coña.
Corren en el Poli, Peter y Kike con las muletas en banda.
Sentados en portería. El final de la primera vuelta es un buen momento para hacer examen.
Corren rumores de que los cuatro primeros jugarán semifinales. Les digo que no sé si es cierto o no, pero el hecho de que quepa esa posibilidad pesa lo suficiente para catapultarnos a por el cuarto puesto. Estamos jugando mucho mejor que en los primeros partidos de la liguilla y realmente hay opciones de quedar cuartos. Todo empieza ganando al Aurrerá mañana para ponernos así a un punto del quinto. Se puede.
Ellos no sé si terminan de creerlo o no pero viéndolos jugar desde fuera está más que claro. Así se le gana a cualquiera.
Practicamos la rotación en cuadrado unos minutos.
Luego hacemos tandas de tiros a puerta y ejercicios de dos para uno.
Terminamos practicando el cara a cara con el portero. Jugamos a defender atrás, a encajar un gol menos que el rival, y para que salga bien tenemos que aprender a meter todas las que tengamos, que son pocas. Y suficientes.

REDÍN 0-6 IRABIA

Sábado, 1 de marzo.
11:00, Polideportivo de El Redín.
Un pequeño repaso. Eso es lo que nos han dado. Un set en blanco en toda la cara.
Aun así, me atrevo a destacar dos cosas. La primera es que hemos estado condicionados por las bajas, y la segunda es que realmente nos hemos dejado el alma en el campo. Por eso hoy no me voy tan hundido, por mucho que pese éste marcador. Creo que es el más abultado en contra de toda mi carrera deportiva.
Y fue así. Todo comenzó bien. Cerrados atrás, ante un sistema en rombo y cuatro tipos de juego rápido, aguantamos sus envites y salimos tímidamente en dos contras. Pero todo se rompió demasiado rápido. El equilibrio imposible se vino abajo a los cinco minutos cuando un tiro inocente, de ésos de los que no esperas nada, se coló entre las piernas de nuestro portero improvisado. Todos nos miramos. ¿Qué se le va a hacer?
Y caen el segundo, el tercero... Y nos vamos al descanso con el 0-5.
Silencio. Eso es lo que me gustaría a mí. Un silencio que nos permitiese ir muy lejos, a otra parte. Pero me toca hablar.
Sé que es doloroso -les digo-, pero no tenemos más opción que enfrentarnos a ésto. Realmente parece difícil aspirar a rascar algún punto, pero hay formas y formas de morir, formas y formas de perder 3 puntos. No hay portero -seguiremos turnando con Baque, Juan y Miguel-, no están ni Peter ni Kike... estamos los que estamos, y tenemos 25 minutos por delante que hay que jugar.
Les animo a que echen el resto, a que lo hagan con pasión. Si hay que perder perderemos peleando hasta el final.
(...)
Y el partido termina 0-6. Sólo nos han metido un gol en toda la segunda parte.
Duele... pero cabe la sonrisa. Felicito uno a uno como si hubiesen ganado el partido. Sé que han hecho todo lo posible y me enorgullece tener chicos así. Por eso bajo a los partidos. Siempre hay opciones de ganar.

Un dato positivo -para los que los necesitamos-: todavía nadie nos ha metido más de seis. Puede parecer irrisorio pero somos menores, hemos jugado sin portero, sin dos jugadores clave -uno de ellos subcapitán- y ante un equipo -una selección- acostumbrado a ganar 20-0.
Me vale.

29.II.08 siempre hay esperanza

Asistentes: Javi M, Iñigo B, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Iñigo H, Álvaro R, Sikai Q y Jaime O.

"Peter está lesionado. Tiene un esguince y va a estar dos semanas fuera", es lo primero que oigo al cruzar el umbral del colegio. Éramos pocos y parió la abuela.
Cojonudo -y nunca mejor dicho- porque ya son dos los cojos que observan el entreno desde la banda. No puedo evitar sonreír al verlos a los dos, como dos viejetes -cruzadas las manos sobre las muletas- en la banda de la pista cubierta, donde el resto espera para comenzar.
Peter es la segunda vez que se lesiona en ésta liguilla. Kike tiene para rato...
Y pienso para mis adentros, ¿porqué coño se tuerce tanto todo? Estamos en un momento crucial, peleando por reinventarnos -me encanta ésta palabra-, por confirmar nuestra mejora con los resultados... Mañana recibimos a Irabia -actual líder-, en lo que será el último partido de la primera vuelta y el más difícil. Y espérate porque viene más: Álex -el portero del equipo- se va a esquiar.
Me vibra el ojo izquierdo, el tic previo a la locura.
Me repongo pensando que, chico, qué se le va a hacer. Lo nuestro es plantar cara con lo que hay.
Y sonrío al pensar que son éstos los retos que realmente merece la pena. No tanto por el hecho de conseguir vencer, sino más bien por la oportunidad que se nos brinda de morir de pie.
Y realizamos unas vibrantes tandas de tres para dos, de dos para uno y de careos con el portero.
A los que sí estarán mañana les pido -es obligatorio- que no pierdan la fe. Después de todo vamos a enfrentarnos a mortales con dos piernas, como nosotros. Y siempre hay esperanza.
Me voy espectante, acariciando la muleta que me sale por la oreja.

26.II.08 estamos juntos en ésto

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Iñigo H, Álvaro R y Jaime O.

Entrenamos en el Poli. Tras cargar un poco la mano con algún que otro ejercicio físico los siento en los bancos, en la línea del medio. Tenemos todo el Poli para nosotros -en la grada solo está Kike, con sus muletas-, un escenario maravilloso para hablar de la marcha del equipo.
Primero les pido perdón. Perdón porque he estado a punto de descargar toda mi rabia con ellos, y esa no es la solución. Les explico que estoy "cabreado", contrariado, por lo duras -casi injustas- que han sido las últimas dos derrotas -por la mínima- en partidos de una entrega total. Pero estamos juntos en ésto y no puedo cargar en su contra. Les animo a que sientan algo parecido, a que frunjan el ceño y aprieten los puños en los próximos partidos, porque el premio está cerca, muy cerca.
Mientras les hablo me derrito por dentro sabiendo que posiblemente les estoy pidiendo un imposible. Su entrega y sacrificio físico ha sido para quitarse el sombrero, y eso ha hecho que dos equipazos como Funes y los del A solo hayan podido ganarnos por la mínima.
Pero hay que seguir exigiendo, apretando. Si no lo hiciese todo acabaría aquí. Y queda mucho año por delante.
Jugamos un partido. Como un privilegiado me subo a la zona VIP de la grada para verlos desde arriba.
Tengo un equipazo.