Asistentes: Javi M, Iñigo B, Álvaro V, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Juan B.
Pista exterior cubierta del cole. Polvo y poca luz, otra vez.
Hoy estamos en cuadro. ¡Ni que se hayan ido con la selección! Euge está de puente, Alex alega un mal de garganta, Iñigo, Jaime y Álvaro desaparecidos y Santi en banda, de uniforme. Empiezo a ver cosas realmente interesantes: entrenamiento sin partido en sábado y con puente. Y aquí salen nueve.
Carreras habituales y sentada en la portería. Es imposible pasar por alto el hecho de irnos al descanso con un 4 a 2 sobre un equipo al que luego les metemos un 10-0. Les pido que reflexionen y que me den alguna explicación. Exceso de confianza, falta de motivación... Sin profundizar mucho les dejo claro que se trata de algo inconcebible. Lo nuestro es cuestión de trabajo, y lo demás son tonterías. Solo trabajar las cosas una y otra vez nos acercará a la perfección. En ese sentido tenemos que sentirnos "obreros". Nuestra forma de jugar es fruto de un trabajo previo, y no un capricho de la suerte, del rival o de la motivación. Somos la clase obrera del sala.
Trabajamos la rotación en cuadrado y después la rotación en rombo. Suena la melodía del taller: pisar, pasar y correr; pisar, pasar y correr... El resultado cada vez es más armónico.
Practicamos los saques de banda, en nuestro campo y en el contrario, tras explicar el sentido de cada movimiento. No hacen preguntas.
Tiros al segundo palo y rondo con dos en medio y dos toques, que cierra un interesante entrenamiento.
Hoy estamos en cuadro. ¡Ni que se hayan ido con la selección! Euge está de puente, Alex alega un mal de garganta, Iñigo, Jaime y Álvaro desaparecidos y Santi en banda, de uniforme. Empiezo a ver cosas realmente interesantes: entrenamiento sin partido en sábado y con puente. Y aquí salen nueve.
Carreras habituales y sentada en la portería. Es imposible pasar por alto el hecho de irnos al descanso con un 4 a 2 sobre un equipo al que luego les metemos un 10-0. Les pido que reflexionen y que me den alguna explicación. Exceso de confianza, falta de motivación... Sin profundizar mucho les dejo claro que se trata de algo inconcebible. Lo nuestro es cuestión de trabajo, y lo demás son tonterías. Solo trabajar las cosas una y otra vez nos acercará a la perfección. En ese sentido tenemos que sentirnos "obreros". Nuestra forma de jugar es fruto de un trabajo previo, y no un capricho de la suerte, del rival o de la motivación. Somos la clase obrera del sala.
Trabajamos la rotación en cuadrado y después la rotación en rombo. Suena la melodía del taller: pisar, pasar y correr; pisar, pasar y correr... El resultado cada vez es más armónico.
Practicamos los saques de banda, en nuestro campo y en el contrario, tras explicar el sentido de cada movimiento. No hacen preguntas.
Tiros al segundo palo y rondo con dos en medio y dos toques, que cierra un interesante entrenamiento.
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