REDÍN 14-2 TERESIANO

Sábado, 1 de diciembre.
11:00, Colegio El Redín
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Vuelve por fín la competición a casa. Toca medirse al Teresiano, un equipo pobre, pero de jugadores grandes y fuertes. Ya sabemos que San Juan le endosó un severo 2-9 a Irati el miércoles pasado, en partido adelantado de éste sábado, lo que nos confirma que San Juan es nuestro auténtico rival directo.
Hoy toca otra historia, la de jugarle bien a un equipo flojucho, de los que parece que sobran en nuestro camino hacia partidos como el de San Juan o Irati, ambos tras el parón invernal. Hoy no acompaña la motivación, lo que hace que no acompañen las fuerzas necesarias para correr ese "poco más" que luego marca realmente las diferencias. Así salen luego los partidos feos, los que se ganan de forma gris porque sólo se ha hecho el esfuerzo justo, porque no importa cuántos goles nos metan mientras nosotros metamos más, porque ¿para qué meter la pierna en ésta jugada tonta si tampoco cambia tanto la cosa? Ganamos ¿no?. Es el cáncer del fútbol.
Y así fue la primera parte. Los tres goles iniciales como viene siendo habitual y... dejadez. 4-2 al descanso.
Salgo cabreado. Está siendo bochornoso.
Y aquí, al mirarlos cabizbajos, vuelvo a encontrarme con un viejo fantasma: ¿merece la pena motivarles? Sé que puedo, sé que funciona. Conozco las palabras pero... peligrosa espiral. Antes o después nos acostumbraremos a la motivación y dejará de hacer efecto. Necesitaremos dosis mayores, nuevos discursos para cada partido, y eso es algo insostenible. Por éste camino ganaremos a los grandes en partidos épicos pero nos atragantaremos contra los equipos medios -la imensa mayoría-, y nunca jugaremos esas finales con las que soñamos. La motivación es pan para hoy y hambre para mañana. Tiene que haber otra solución.
Hoy ponemos el parche de la motivación y funciona: salimos enchufados, les clavamos un 10-0 en la segunda y nos vamos a casa con el 14-2.
Bah... Lo que realmente me anima a seguir trabajando es ésto: construír un equipo que no dependa de la motivación, un equipo trabajador, frío, constante y cerebral. Un equipo... ganador, al fin y al cabo.

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