DESDE EL EXILIO (III)

LO QUE VENDRÁ DESPUÉS
A ésta liguilla inicial le quedan dos jornadas, la nueve y la diez. Ahí se acaba todo.
Después... después llega lo realmente bueno, lo importante.
Existen cuatro grupos, el A, el B, el C y el D. Nuestro grupo es el B. Una vez terminada la liguilla inicial se configuran nuevos grupos. Los primeros de los cuatro grupos forman uno. Los segundos otro y así sucesivamente. Todavía no sé si en el grupo de los primeros entrará también el mejor segundo, aunque tampoco quiero que me interese. Hay ida y vuelta y al final el primero del grupo de los primeros es campeón de Navarra, aunque algún año se ha jugado el campeonato a partido único entre el primero y el segundo. Pero bueno.
El caso es que tenemos que meternos como sea en ese grupo de primeros.
¿A quién nos encontraríamos allí? A auténticas apisonadoras. Echando un vistazo al resto de los grupos se ve que nosotros somos los peores líderes. Grupo A: Redín A (los mayores) 6 jugados, todos ganados, 66 goles a favor y 7 en contra. Grupo C: CD Funes, 8 jugados, todos ganados, 76 goles a favor y 12 en contra. Grupo D: Irabia, 6 jugados, todos ganados, 75 goles a favor y 7 en contra. ¡Vaya números!
Me tranquiliza pensar que nuestro grupo es el más reñido -espero- y ver que puede que seamos los únicos líderes menores de la categoría. Sería bonito pelearse con tanto grande ¿no?
Seguiremos trabajando.

DESDE EL EXILIO (II)

BREVE BALANCE
El año se acaba. Buen momento para hacer balance.
Llevamos tres meses de entrenamientos. ¿Han servido para algo? Quiero decir, ¿sin todas esas cosas que hemos visto semana tras semana, de martes a viernes y de viernes a martes -con examen el sábado-, el equipo sería el mismo?
Sólo se trata de chavales de 11 años. ¿Hay realmente un avance en alguna dirección?
Para saberlo necesitaría ver a éste mismo equipo sin haber visto lo visto. Imposible.
Otra forma de saberlo es comparar los partidos de ida con los de vuelta. Éste análisis arroja una notable mejoría: del 4-3 al 0-5 contra Anaitasuna, del 1-4 al 14-2 contra Teresiano. Y contra Askatasuna... el mal partido de vuelta podemos achacárselo a todo lo que fue el entorno del partido. Bien, reconozco cierta mejoría.
Pero lo que a mí más me preocupa es: ¿está el equipo creciendo en la dirección adecuada para llegar a algo grande? Es decir, ¿a algo por lo que nadie apostaba a principio de temporada? Después de todo, siendo los menores de la categoría de Infantil, mucho haría falta trabajar para, por ejemplo, quedar campeones de Navarra. Eso es algo que no se consigue así por así, ni siquiera por el hecho de ser los mayores.

DESDE EL EXILIO

LO QUE VIENE
Pues sí. Aprovechando el parón navideño me he cogido unos días libres junto al Pirineo. Y hasta el año que viene. La cosa queda tal que así: dos partidos, primero en San Juan y luego contra Irati, segundos y terceros, a 3 y 4 puntos respectivamente. Aquí nos lo jugamos todo.
Si perdemos en San Juan ya no seremos primeros, eso seguro. Nos empatarían a puntos y el hecho de haber empatado la ida les pondría a ellos primeros para siempre.
Si empatamos mantendríamos la diferencia de tres puntos con ellos. Irati gana su partido -eso lo tengo clarito- y se pondría segundo, a dos de nosotros, quedando un último partido: Redín vs Irati.
Si ganamos en San Juan la cosa estaría hecha. A falta de un partido 4 puntos de diferencia con el segundo -Irati- y 6 con el tercero -San Juan-.
Empatando los dos partidos, primero con San Juan y luego con Irati, también terminaríamos primeros. Pero, siendo realistas... el empate no es fácil en el fútbol sala.
Hay que ganar en San Juan. Conclusión definitiva.

ASKATASUNA 2-10 REDÍN

Sábado, 15 de diciembre.
10:00, Askatasuna Ermitaberri.
Donde Judas perdió el mechero. Ahí, ahí es donde juegan los del Askatasuna. Un campo exterior, mitad cubierto mitad descubierto en las tripas mismas del barrio de Burlada. Frío polar (sin nubes), pancartas en euskera, una mesa con servicio de megafonía para cantar las alineaciones -música durante el partido, toda ella en euskera- y un puestecillo de txistorra y otros comestibles.
¡Holaquetál! Pues aquí estamos -media hora tarde y mal abrigado-.
Calentamos mal y con un mal balón. Y ésto echa a rodar. El último partido del año, el último antes de los dos puertos que hay a la vuelta de las vacaciones. Y da la impresión de que esto más que un partido es una fiesta de disfraces. Olorcillo a fritanga, melodía celta y temperatura siberiana. ¡Vaya mezcla!
El partido... La primera... Congelados. Movemos el balón, no entramos, les facilitamos dos contragolpes y nunca tiramos desde fuera. 1-3 al descanso.
Nos metemos en el vestuario -más por el calor que por otra cosa- y analizamos la situación. Esto es una mierda, está claro. Lo que no puede ser es que el entorno condicione nuestra forma de jugar. Hay que ir a por todas siempre, meter la pata siempre y correr siempre.
Total, aceleramos en la segunda -sobre todo cuando nos meten el 2-4- y alocamos el partido. 3 puntos más y a casa.
Qué bien me va a venir el parón...

14.XII.07 último entrenamiento

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Sikai Q, Iñigo H, Jaime O y Juan B.

Pista exterior. Último entrenamiento del año para preparar el último partido del año, contra el último del grupo.
Carreras habituales y a trabajar.
Primero la rotación en rombo. Les cuesta, y me cuesta entender el porqué. Otros años empezaba a rotar en rombo porque los movimientos son más sencillos -creo- y luego pasábamos a practicar el cuadrado. Éste año he cambiado porque el cuadrado es más equilibrado, un sistema más seguro al que poder agarrarse durante el proceso de definición de nuestra forma de jugar. Cuando el cuadrado ya nos define como un equipo seguro -somos los que menos goles hemos encajado y nunca se nos han adelantado en el marcador-, entonces y solo entonces -y parece que va llegando el momento-, con la espalda bien cubierta, podremos jugar a deshacer el cuadrado para lograr un mayor golpeo arriba.
Pero... ¿cual es nuestro problema ahora? Todo apunta a que terminaremos creando una tercera forma de rotación jamás inventada. Los movimientos para el cuadrado y los del rombo se mezclan en un terrible ir y venir sin sentido, en un caos absoluto, en una danza patética de recibida al rival.
Paciencia... El tiempo, y el trabajo, pondrán las cosas en su sitio. Espero...
Ya retomaremos a la vuelta de las Navidades.

11.XII.07 control táctico

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Sikai Q y Juan B.

Exterior descubierto. Frío y charcos.
Miguel G, con el brazo escayolado, en banda, sin entrenar. Faltan los dos de siempre.
A y diez todos pisando la línea. Cinco minutos después llegan los dos últimos, andando y con las manos en los bolsillos. ¡Psché! Como si nada. Me contengo y no los mando de vuelta a la ducha, aunque lo haría de buena gana. Eso sí, corremos el doble. Tras las líneas -las repiten dos o tres veces porque parecen haberse olvidado de correr- los siento en el círculo central y les someto a un breve examen: ¿cómo salimos cuando nos presionan?¿cómo sacamos de banda en campo contrario?¿y en el nuestro? ¿Cómo es la jugada de falta?¿y la de córner? Y así con toda nuetra filosofía. Uno falla al responder. Todos en pie y a hacer líneas. A éstas alturas o empezamos a jugar ya de memoria o no lo haremos nunca. Táctica y técnica tienen que ir de la mano.
Por suerte -para ellos- no falla nadie nada más.
Jugamos un partido para poner en práctica todo. Primero un equipo se mueve en rombo y luego el otro. Verde, verde... El rombo habrá que trabajarlo más. Las bandas salen mejor. Voy parando el partido para hacer todas las indicaciones pertinenentes.
Hoy hemos trabajado bien.

4.XII.07 mentalidad obrera

Asistentes: Javi M, Iñigo B, Álvaro V, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Juan B.

Pista exterior cubierta del cole. Polvo y poca luz, otra vez.
Hoy estamos en cuadro. ¡Ni que se hayan ido con la selección! Euge está de puente, Alex alega un mal de garganta, Iñigo, Jaime y Álvaro desaparecidos y Santi en banda, de uniforme. Empiezo a ver cosas realmente interesantes: entrenamiento sin partido en sábado y con puente. Y aquí salen nueve.
Carreras habituales y sentada en la portería. Es imposible pasar por alto el hecho de irnos al descanso con un 4 a 2 sobre un equipo al que luego les metemos un 10-0. Les pido que reflexionen y que me den alguna explicación. Exceso de confianza, falta de motivación... Sin profundizar mucho les dejo claro que se trata de algo inconcebible. Lo nuestro es cuestión de trabajo, y lo demás son tonterías. Solo trabajar las cosas una y otra vez nos acercará a la perfección. En ese sentido tenemos que sentirnos "obreros". Nuestra forma de jugar es fruto de un trabajo previo, y no un capricho de la suerte, del rival o de la motivación. Somos la clase obrera del sala.
Trabajamos la rotación en cuadrado y después la rotación en rombo. Suena la melodía del taller: pisar, pasar y correr; pisar, pasar y correr... El resultado cada vez es más armónico.
Practicamos los saques de banda, en nuestro campo y en el contrario, tras explicar el sentido de cada movimiento. No hacen preguntas.
Tiros al segundo palo y rondo con dos en medio y dos toques, que cierra un interesante entrenamiento.

REDÍN 14-2 TERESIANO

Sábado, 1 de diciembre.
11:00, Colegio El Redín
.

Vuelve por fín la competición a casa. Toca medirse al Teresiano, un equipo pobre, pero de jugadores grandes y fuertes. Ya sabemos que San Juan le endosó un severo 2-9 a Irati el miércoles pasado, en partido adelantado de éste sábado, lo que nos confirma que San Juan es nuestro auténtico rival directo.
Hoy toca otra historia, la de jugarle bien a un equipo flojucho, de los que parece que sobran en nuestro camino hacia partidos como el de San Juan o Irati, ambos tras el parón invernal. Hoy no acompaña la motivación, lo que hace que no acompañen las fuerzas necesarias para correr ese "poco más" que luego marca realmente las diferencias. Así salen luego los partidos feos, los que se ganan de forma gris porque sólo se ha hecho el esfuerzo justo, porque no importa cuántos goles nos metan mientras nosotros metamos más, porque ¿para qué meter la pierna en ésta jugada tonta si tampoco cambia tanto la cosa? Ganamos ¿no?. Es el cáncer del fútbol.
Y así fue la primera parte. Los tres goles iniciales como viene siendo habitual y... dejadez. 4-2 al descanso.
Salgo cabreado. Está siendo bochornoso.
Y aquí, al mirarlos cabizbajos, vuelvo a encontrarme con un viejo fantasma: ¿merece la pena motivarles? Sé que puedo, sé que funciona. Conozco las palabras pero... peligrosa espiral. Antes o después nos acostumbraremos a la motivación y dejará de hacer efecto. Necesitaremos dosis mayores, nuevos discursos para cada partido, y eso es algo insostenible. Por éste camino ganaremos a los grandes en partidos épicos pero nos atragantaremos contra los equipos medios -la imensa mayoría-, y nunca jugaremos esas finales con las que soñamos. La motivación es pan para hoy y hambre para mañana. Tiene que haber otra solución.
Hoy ponemos el parche de la motivación y funciona: salimos enchufados, les clavamos un 10-0 en la segunda y nos vamos a casa con el 14-2.
Bah... Lo que realmente me anima a seguir trabajando es ésto: construír un equipo que no dependa de la motivación, un equipo trabajador, frío, constante y cerebral. Un equipo... ganador, al fin y al cabo.

27.XI.07 reflexión

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H, Jaime O y Juan B, creo.

Hoy no voy a entrenar. Tengo que realizar un examen a las 14.00 en la Uni.
Me fastidia, sobre todo porque éste viernes es fiesta y tampoco entrenaremos. Así que de un partido a otro sin trabajar entre semana.
El rival del sábado tampoco me preocupa mucho, lo que sí es una pena es frenar ahora -cuando sólo la hemos visto una vez- con la rotación en rombo. Aunque visto desde otra perspectiva, estos tíos se merecen un descanso. Están trabajando bien y en dos meses han empezado a jugar algo. Lo que nos espera después de Navidades... eso es otra historia. A ver si llegamos con la maquinaria engrasada. Por lo que se ve en el resto de grupos, hay por ahí auténticas apisonadoras con las que, antes o después, tendremos que medirnos.

ANAITASUNA 0-5 REDÍN

Sábado, 24 de noviembre.
13:00, Polideportivo Anaitasuna
.

Calentamos en algo parecido a una pista de squash.
El de hoy es un partido importante. El mensaje previo va por la línea de que parecemos excesivamente confiados. Jugamos a ponernos en la piel del rival y deducimos que van a ir a muerte.
Les dejo unos minutos en la grada superior con la idea de que se metan mentalmente en el partido. Yo aprovecho para salir a fumarme un cigarrillo... Me encantan éstos momentos de calma antes de la tormenta. Saco -primero uno, después otro- a dos de mis centrales, dos tíos a los que necesito seguros, tranquilos, a gusto; y que parecen jugar con una presión excesiva.
Entramos al Poli, otro verde moco estilo Ezcaba (huy...).
Nos centramos y tocamos, tocamos y tocamos. Y seguimos tocando. Ellos nos esperan atrás, firmes, sin morder. Pues nada, hay que intentarlo. La rotación sale tan clara y fácil que es como si nos olvidásemos de algo importante. Necesitamos profundidad. Hay que meter un gol pronto. Entonces tendrán que salir, no les queda otra. Ellos son grandes y fuertes. El árbitro les ayuda más que el propio entrenador. Joder...
Tardamos 15 minutos en meter el primero. Y al poco golpeamos con el segundo. Es perfecto. Ésto está hecho. Nos vamos al descanso dos arriba. El mensaje es claro: ahora les esperaremos nosotros. No tienen más remedio que ir a por el partido. Y seguimos tocando. Ellos muerden un poco más pero no lo tienen tan fácil. El tercero cae en una contra.
A falta de 8 minutos tiempo muerto. Ni de coña vamos a dejarles soñar con el empate. Movemos ficha. Golpe de timón definitivo -espero- y salimos a presionarles al milímetro. Les clavamos los dos últimos, y dejamos a un equipo de rodillas en su propia casa.
Hemos sabido jugar los tiempos, rompiendo los suyos. Ésto sienta bien, y es toda una muestra de notable mejoría: del 4-3 de hace un mes al rotundo 0-5 de hoy. Bonito baile.
Y primer partido imbatidos.
Hoy he empezado a creer.

23.XI.07 la rotación en rombo

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H, Jaime O y Juan B.

Es la primera vez que entrenamos en la pista exterior cubierta del cole. Polvo y poca luz.
Empezamos a correr. Están especialmente tensos, se ríen, se persiguen... Hacía tiempo que no estaban los 15 del equipo. Un alto, dos gritos y volvemos a empezar.
Hacemos las líneas dos veces y les explico cómo se rota en rombo. Éste va a ser nuestro siguente paso, un paso de gigante que nos permitirá elegir nuestra forma de jugar en función del dibujo táctico del rival. No va a ser fácil pero merece la pena intentarlo si queremos mandar en los partidos. Tenemos que saber rotar en rombo a la perfección, sin olvidarnos de rotar en cuadrado con la misma exactitud. Nos ponemos manos a la obra.
Se pierden un poco pero no tardan en coger el movimiento. Bueno, algo sí, ya que estamos media hora hasta que sus idas y venidas por el campo se parecen un poco a lo deseado. Y como la buena letra con sangre entra seguiremos ensayándola hasta clavarla.
Para terminar hacemos un partido. Rotación en cuadrado y defensa en linea central. Muy interesantes las salidas por banda para montar el tres para dos.
Y antes de irnos los siento en el círculo central para hablar del partido contra Anaitasuna. Ojo, dejando la clasificación a un lado, se trata de unos tíos que estuvieron muy cerca de darnos un disgusto -4 a 3 in extremis- y que saldrán creyendo que haciendo un poco más y jugando como locales serán capaces de ganarnos.
Reparto las convocatorias y una fotocopia a cada uno con la clasificación al término de la primera vuelta. Es una forma gráfica de meter a los chicos en el proyecto.

20.XI.07 líderes en solitario

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H y Juan B.

Llueve. Entrenamos dentro, con los mayores, y... ésta vez soy yo el que llega tarde.
Les hago correr un poco menos de lo habitual.
Analizamos el partido del sábado y les transmito la idea de que estoy contento. Jugada la primera vuelta somos los líderes del grupo, no hemos perdido ningún partido y somos los que menos goles han encajado. Además nuestra mejoría es notable: rotamos mejor, a gusto -no todos, todavía-, tenemos -por lo general- la posesión del balón y está visto que podemos defender en el medio del campo. Y vemos lo que queda: los tres partidos más asequibles antes del parón navideño. Pasadas las Navidades las dos finales. Tenemos que comernos el turrón con los deberes hechos.
Después hacemos el ejercicio de la rotación. Más tarde unas tandas del tres para dos y, por último, el ejercicio de los tiros al segundo palo o al punto de penalti. Y poco más.
Estoy pensando si enseñárles ya a rotar en rombo. Sería bestial poder rotarles en cuadrado a los que nos defiendan en rombo (Irati), y en rombo a los que nos defiendan en cuadrado (San Juan).


El trabajo hace que todo quede bien.

IRATI 4-10 REDÍN

Sábado, 17 de noviembre.
10:00, Polideportivo Ezkaba.
Hoy he soñado que ganábamos éste partido 1-3.
A las 9:15 estamos los primeros. Les doy un balón y salgo a fumar un cigarrillo. Mañana fría.
Vienen a mi memoria todos los partidos que me ha tocado perder en éste campo. Es mi campo maldito. No recuerdo un solo resultado positivo: el año pasado, entrenando a los mayores, perdimos 4-1 contra Orvina en la liguilla. Poco después perdimos las semifinales de Copa contra el Xota 5-0. Hace 7 años, entrenando a 3º ESO perdimos 7-5... Éste jodido campo -verde como el moco- me ha perseguido durante años.
Calentamos con tiempo de sobra. A falta de 5 minutos nos recogemos en el vestuario. Una consigna: "Somos mejores que ellos y no lo saben". Juguemos como sabemos.
Salimos hambrientos. Como viene siendo habitual -y ésta vez contra todo pronóstico- la presión inicial nos pone tres arriba. No me lo creo. Aunque la idea era meter antes y defender en medio, impulsado por el brillante comienzo les pido que sigan presionando arriba. Los de Irati están desconcertados. Hemos aprendido a rotar. "Nos están mareando", decía alguno de sus delanteros en zona muerta -ésa que se crea cuando, por la rotación, ni presionas ni esperas-. Me encanta. Aun así, 4-3 al descanso, y dos postes.
Recordamos la lección del sábado pasado: "en ningún momento pueden creerse capaces de ganarnos". Una clave: "vamos perdiendo de uno". Así seremos nosotros los que llevemos el ritmo del partido, hasta quedarnos tres arriba. Y lo bordamos. Metemos dos pronto y nos dedicamos a esperar en el medio. Nos curamos en salud para defender y montamos el contragolpe mucho más frescos. En la segunda hacemos un parcial de 1 a 6, cerrando el partido con el 4-10.
Ésto lo celebro. Ezcaba ha doblado la rodilla.

16.XI.07 repaso previo

Asistentes: Álex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Santi G, Jaime O y Álvaro V.

Entrenamos en el Poli, a media pista -como siempre- con los mayores. Abronco a tres por llegar tarde.
Tras las carreras de rutina un par de líneas. Y tras las líneas los siento en portería. Hablamos del partido de mañana, sin duda alguna toda una final. Uno se me despista y le comenta algo a otro. Es justo lo que necesitaba. "A ver, tú, ¿qué es lo último que he dicho?". "Eh...". "Muy bien, todos en fila otra vez, ¡líneas!".
Tras las líneas volvemos a sentarnos. Y ahora sí que nos vamos metiendo en el partido contra Irati. Va a ser un partido difícil. Puede que por primera vez nos toque jugar un partido perdiendo, y hay que saber ganarlo. Puede que por primera vez tengamos que saber defender en el medio del campo, y hay que hacerlo con garantías. Pero el mensaje es el mismo. Lo que tenemos que hacer ya sabemos hacerlo, nuestro principal enemigo es la presión, el miedo, la falta de confianza. Eso es lo que nos hace dudar, hacer un pase inseguro, no pensar rápido... Eso es lo que nos convierte en jugadores vulnerables, excesivamente previsibles.
Repasamos los pilares básicos de nuestro juego, las jugadas de estrategia, los movimientos. Les pregunto y ellos responden. Todo bien. Mañana terminaremos de desgranar detalles.
Y nos ponemos a trabajar. Primero el ejercicio del tres para dos. Después tanda de tiros al segundo palo. Y, por último, la rotación defendida. Cuatro atacan y cuatro defienden. Me encanta que practiquen la rotación así, con defensas de verdad a los que hay que desmontar.
Lo consiguen. Pocas veces pero lo consiguen.
Y hasta mañana a las 9:15.

13.XI.07 jugar para ganar

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Santi G, Jaime O y Álvaro V.

No sé si nos toca Poli o no, pero prefiero entrenar fuera. Entre otras cosas porque así tenemos la pista entera para nosotros, y porque intuyo que hoy me va a tocar gritar.
La verdad es que ha llegado el momento. Corren más de la cuenta. Luego hacen líneas. Como les cuesta hacer las cosas bien -y me sienta peor por el hecho de haber dejado marchar los dos primeros puntos de la temporada- incluyo alguna que otra flexión en el ejercicio de las líneas. Luego hacen otro ejercicio físico que va de saltar una y otra vez, de un lado a otro. Sé que es agotador. Después, un último ejercicio físico que es todavía peor. Lo llamo "cuclillas".
Tras casi media hora de físico los siento en el área.
Analizamos el empate del otro día. Les pido que, aún tratándose de algo real, dejen de lado el hecho de ser los pequeños en la categoría. No quiero que esta sea nuestra excusa para irnos de vacío éste año. Y por eso les hablo de los intangibles del fútbol: la actitud, el compromiso, saber llevar el ritmo del partido, la unidad, jugar para ganar...
Y ésto me pareció interesante. Jugar para ganar. Éste es el sentido de empezar presionando lo más arriba posible desde el primer segundo: hay que meterse antes que el rival en el partido. Y también es el sentido de rotar a la perfección: tenemos que saber tocar y tocar, esconder el balón, de forma que en finales como el del otro día el rival nunca llegue a creer que nos puede empatar. Y éste es también el sentido de dominar la estrategia -en los córners, los saques de banda, las faltas, los saques de puerta...-: por muy grandes o mayores que sean los rivales, tenemos que saber realizar movimientos tan exactos y precisos, tan concretos, que resulten imposibles de desactivar, y que rompan partidos igualadísimos. Y tantas otras cosas... no ir corriendo a por un balón si vamos ganando, saber quemar los segundos en los saques, presionar al árbitro desde el minuto uno, sacar al rival del partido, hacer la falta precisa con cara de ángel, robar y saber decidir en un segundo si meter una marcha o quitarla...
Eso es oficio. Eso es jugar para ganar, aunque pueda resultar menos vistoso. Y se lo dejé bien claro, el juego bonito sin resultados no sirve para nada. Eso sí, es uno de los caminos más atractivos para conseguirlos. ¿Llegarán a pillarlo algún día? (...). Ilusión.
Lo que pase éste sábado -jugamos contra Irati en su campo- me dará alguna pista, eso seguro.

REDÍN 4-4 SAN JUAN

Sábado, 10 de noviembre.
11:00, Colegio El Redín.
Son las 10:30. Empezamos a correr en la pista exterior. La tensión es palpable.
Calentamientos habituales, ejercicios habituales. A menos cinco los siento en las escaleras exteriores, cara al Poli, en el que vamos a meternos a librar batalla. Jugamos en casa y tenemos que hacerlo con orgullo. Hay una cosa que no me gusta y es que parecen excesivamente nerviosos. Intento hacerles ver que por muy grandes que parezcan los de San Juan -cruzamos miradas cuando entran al Poli- lo único que tenemos que hacer ya sabemos hacerlo, y que, lo que sí es cierto es que tendremos que hacelo mejor, más rápido, corriendo un riesgo mayor.
Arranca el partido. La agónica presión pronto nos da el primer gol: robo en su área y para adentro. Poco después el segundo. Ellos tienen dos ocasiones. Parecen aturdidos y, aun así, el partido no tiene un dueño claro. Nos vamos al descanso dos arriba. Sinceramente, no me creo lo que veo. La portería a cero y dos arriba. Ha sido una demostración de eficacia, producida únicamente por empujar más que ellos y tener más suerte atrás.
Salimos y lo hablamos. A ellos les interesa un partido de ida y vuelta, alocado, en el que no tengamos posesiones largas. Tenemos que saber llevar el ritmo. Robar, frenar, tocar atrás y esconder el balón.
Arranca la segunda y al poco metemos el tercero, empujado en el segundo palo. ¡Increíble! Pero... demasiado bonito para ser cierto. Nos meten y metemos. 4-1. Pero ellos ya van a por todas. Es entonces cuando nos derrumbamos. Nos presionan muy arriba, no salimos cómodos de puerta, erramos muchos pases fáciles. 4-2. No puedo parar el partido porque ya he quemado mis dos cartuchos para dar instrucciones. ¡Qué impotencia! Estamos asustados, apabullados, bloqueados. Meto a unos, quito a otros, pero sin resultado. ¡4-3!. Somos un barco a la deriva en un mar demasiado revuelto.
Y nos empatan. ¡Qué dolor!¡Lo teníamos todo y nos hemos quedado con menos de la mitad!
No lo he hecho nunca pero al final del partido me los cojo en un aparte y... les felicito. Somos los enanos de la categoría, hemos jugado de tú a tú con unos morlacos considerables y seguimos sin conocer la derrota. Al mismo tiempo les explico que de todas formas éstos partidos hay que aprender a ganarlos, y que lo que nos ha faltado hoy es oficio, mentalidad ganadora, algo que no se aprende entrenando, sino jugando éste tipo de partidos.
Y así, espero que éste triste empate se convierta en una lección de oro.

9.XI.07 empujarla a placer

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Santi G, Álvaro R, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Jaime O.

Empezamos puntuales, en el Poli.
Parece que Juan B ha sido castigado y no entrena. Iñigo H... nadie sabe nada.
A correr, de banda a banda, y luego líneas. Dos veces. Y empezamos directamente a trabajar. Primero -como siempre- a rotar. Veo que cada vez lo hacen mejor, más cómodos, y me alegro. Tengo que conseguir que el equipo funcione como una máquina, capaz de estar moviendo el balón con sentido todo un partido. Todas las piezas tienen que engrasar a la perfección -y ésto es lo realmente difícil-, sin que la entrada de uno deforme el resultado. Eso sí, les explico -y no es la primera vez- que la rotación es un movimiento de base, a partir del cual hay que saber crear. Lo que está claro es que no podemos permanecer estáticos y tener que inventar de cero cada jugada. En movimiento todo es más fácil, porque el ir de aquí para allí moviendo el balón de un lado para otro es una continua generación de posibilidades. Y todo está dirigido a conseguir un ataque en superioridad.
Por eso, tras 15 minutos de rotación continua, nos ponemos a practicar el tres para dos. Lo hacen mejor que el otro día y al final el número de goles es elevado. Se conduce por el centro, las bandas ganan la línea de fondo, el balón entre los defensas -como norma general- y gol. Me gusta que aprendan a empujar el balón a placer, porque significa entrar hasta la cocina, burlando sin piedad el sistema defensivo del rival.
Y, por eso, luego hacemos el ejercicio de tirar al segundo palo. Uno sale de una banda y tira cruzado, de forma que el de la otra banda llega para empujarla o para matar un posible rechace.
Por último explico nuestra forma de salir de puerta en caso de que nos presionen: en cuadrado, los dos de abajo salen a sprint pegados a banda, los dos de arriba bajan intentando obstaculizar al los que cubren a los que suben. El portero buscará la mejor espalda de la defensa. Es sencilla, directa y vertical. La practicamos y la cogen pronto, creo. Habrá que verla en vivo.
Y mañana el primer "coco" del grupo. Me guardo el sermón para los minutos previos.

6.XI.07 que vienen los "cocos"

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H y Juan B.

Nos vuelve a tocar Poli, compartiendo la cancha con los de dos años más.
Empezamos tarde, demasiado tarde, porque nadie se presenta con llaves para abrir. Hablaré de ésto con dAlberto.
Tras las carreras habituales las líneas habituales, y tras las líneas los siento en la portería como viene siendo habitual. Recuperan el aliento. Empezamos por analizar el partido del sábado. Les felicito, pero le quito hierro a la cosa haciéndoles ver que hemos jugado contra el colista y en casa. Cosas a mejorar: los córners y los saques de banda en campo contrario. Lo veremos.
Luego analizamos la situación actual del grupo. Vamos primeros empatados a puntos con Irati. Estamos en un grupo con otros cinco y se puede decir que hemos jugado contra los tres peores. Ahora es cuando llega lo importante. San Juan el sábado -sólo han perdido contra Irati- e Irati el sábado próximo.
Tras darle dos vueltas al partido del sábado nos ponemos a rotar. Dos toques, pisar-pasar, raso y fuerte. Ésto es un taller. La maquinaria comienza a funcionar.
15 minutos después partido en una portería. ¡Qué desastre!¡Cómo se me pudo ocurrir semejante idea!¡Quién me iba a decir a mí que éstos enanos fuesen tan faltos de visión espacial! Cuatro atacan desde el medio del campo, otros cuatro defienden la portería. Cuando se roba el balón se llega hasta el medio del campo para pasar a atacar, y los otros a defender. Todo muy lógico ¿no?
Fue imposible. Tuve que parar tres o cuatro veces para recomponer la cosa, atónito y atacado por una risa tonta, fruto de su bloqueo mental.
Y hasta otro día.

REDÍN 16-1 ASKATASUNA

Sábado, 3 de noviembre.
11:00, Colegio El Redín.
A las 10:30 estamos corriendo en la pista exterior. Mañana fría, despejada.
Jugamos contra los últimos. Realizamos los calentamientos habituales, despacio, metiéndonos poco a poco en el partido.
Antes de entrar los siento, y les transmito mi intranquilidad por tratarse éste de un partido trampa. Tenemos que salir a jugar una final, aunque el rival no esté a la altura. El nivel de exigencia nos lo marcamos nosotros y no ellos.
Y arranca el partido.
La primera parte es preciosa. La presión al hombre asusta al rival, que nos cede la posesión desde el minuto uno. Movemos el balón de un lado a otro, sin prisas, exagerando la rotación. Los del Askatasuna muy pronto se convierten en un aperitivo balsámico, cocinado a fuego lento. Ante nuestra forma de jugar se sienten totalmente desprotegidos y no saben si salir o esperar. Y esa -la indecisión del rival- es nuestra mejor arma. 6-0 al descanso.
Salimos del Poli para hablar de la primera. Hay que seguir igual, exagerando la rotación, sin cansarse de ella. A mejorar: las jugadas a balón parado y los tiros desde lejos.
Comienza la segunda, pero ya sin rival. Deciden esperar atrás, muy atrás, mientras nosotros nos movemos entre sus líneas, como flechas que acarician el corazón de un equipo que suplica piedad. Son un juguete roto, arrodillado al ver que la mayoría de nuestros goles son balones empujados plácidamente en el segundo palo sin oposición alguna. Y se llevan un parcial de 10 a 1. Su gol es un regalo nuestro. Un pase en horizontal, en la línea de atrás, demasiado ingenuo. Qué dolor.
El partido ha servido para que los chicos ganen confianza en el sistema. Necesitaban una victoria así, que les de seguridad. Aunque no podemos dejar de lado que todo ha sido a costa del colista.
Será interesante ver lo que ocurrirá el sábado próximo, en casa, ante un San Juan que sólo ha perdido un partido. Será el primer rival de envergadura. Lo prepararemos a conciencia.

30.X.07 el tres para dos

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Santi G, Enrique P, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Juan B.

Entrenamos en el poli, a media pista con los de un año más.
Álvaro V sigue enfermo, Iñigo H parece que tiene un serio problema con la ropa y Jaime O... posiblemente esté situándose en el macrocosmos.
Les hago correr de banda a banda. A los cinco minutos les digo que seguirán corriendo hasta que corran bien: juntos, de linea a linea, sin jueguecitos... Y luego líneas. Dos veces.
Sentados dentro de la portería, recuperando el aliento: el partido del sábado que viene -ya que no entrenaremos el viernes por ser fiesta-, nuestra situación en la clasificación -les doy todos los datos- y el partido del sábado pasado.
Tras sacar algunas conclusiones -tenemos que seguir practicando la rotación, movernos más, aprovechar nuestras ocasiones, buscar los segundos palos- nos ponemos a rotar. Cada vez lo hacemos mejor, aunque siga habiendo alguno que no consiga pasarla rasa (me muerdo el labio inferior), y los chicos se mueven más sueltos.
Tras 15 minutos cambiamos de ejercicio. Salen tres desde el medio, conduce el del centro, y les defienden dos. Los diez primeros ataques supusieron 2 goles. Les paro y les abronco para que se esfuercen más, explicándoles el movimiento de cada uno en caso de contragolpe. Veinte minutos con éste ejercicio.
Los últimos diez, tiros desde la banda, cruzado y raso, al segundo palo o al punto de penalti, dependiendo de dónde les ponga el balón.
Y nos vemos el sábado. Jugamos contra los últimos y ganar no es suficiente. Ya va siendo hora de jugar bonito.

TERESIANO 1-4 REDÍN

Sábado 27 de octubre.
11:30, Colegio Teresianas.
Llegamos puntuales. A pesar de disponer de un Polideportivo nuevo, nos hacen jugar fuera.
Calentamos despacio, mimando los detalles, despertando lentamente cada músculo del cuerpo. El árbitro no se presenta y se ofrece a arbitrar uno de sus entrenadores. Le digo que confío plenamente en su recto juicio.
Arranca el partido. Presión eléctrica desde el primer segundo, aunque juguemos el papel de visitantes. Sé que llegarán partidos en los que nos merecerá la pena esperar en medio, pero una vez más me pueden las ganas de ir a por el partido, sin jugar a especular.
La primera parte se hace larga debido al juego nada vistoso que hacemos. Conseguimos rotar una o dos veces y entonces sí que salimos bien. El resto de veces... como un partido de recreo: a trompicones. Apunto que nos cuesta jugar los saques de banda y los ataques en superioridad, los 3 para 2, que rara vez terminan con peligro.
0-3 al descanso haciendo solo una cosa: presionar arriba. Hablamos de los saques de banda, de los córners, de la rotación y de tirar más a puerta. ¿Tiene algún sentido? Son tan malos que les ganamos con nada.
Arranca la segunda con un golazo de Eugenio H, cruzado por alto y con poco ángulo. Y más de lo mismo pero sin goles. Los del Teresiano optan por frenarnos a patadas. Nos meten el del honor y nos desestabilizamos dos minutos. ¿Porqué? Temí acabar pidiendo la hora. Lo hablaremos.

26.X.07 lección amarga

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Santi G, Enrique P, Jaime O, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Juan B.

Lo tenía pactado: partido contra los mayores, los animales de segundo.
Álvaro V está enfermo y no ha ido a clase. Iñigo H parece que sigue sin encontrar la ropa.
Tras correr unos minutos, las líneas. Dos veces. Y los siento en la portería.
No vamos a ganar a éstos tíos y no os voy a pedir que les ganéis -aunque muy dentro de mí deseara hacerles una avería-, porque no estamos preparados. Os los pongo delante para que podáis practicar la rotación y lo visto hasta el momento. No os moleste jugar mal, ni encajar muchos goles. Estamos para aprender.
Y comienza el partido. Campo exterior. Las dos porterías en su sitio.
El primer minuto fue suyo totalmente. Estamos dormidos. Luego una pequeña reacción tras el arreón de los mayores. En dos ocasiones llegamos a arañar el gol, pero todo parecía fictício. Y a los 5 minutos nos meten el primero. Y tras el primero todo pareció terminar. Como quería que jugasen todos fui moviendo piezas, si bien no hicieron más que desfigurar un cuarteto inicial con aires de titular. Esos cuatro juegan bien, rotan con más facilidad y muestran algo más de solidez.
Interesante, porque tengo que conseguir que, por el bien del equipo, no se note mucho.
Y el partido termina con un carro de goles en contra y ninguno a favor. Los siento -semblante serio- y les pido que analicen la derrota. Hablo despacio porque me cuesta mucho encajar la paliza, y no quiero que lo noten. Y luego vienen las conclusiones: falta de confianza en el compañero, en el sistema, en uno mismo... Necesitamos minutos. Y trabajo.
Jugamos mañana a las 11:30 en el Colegio Teresianas. Si perdemos me deprimiré profundamente, seguro.

23.X.07 aprendiendo de los errores

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Jaime O, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q y Juan B.

Hoy por fin entrenamos en campo entero. Exterior, sin una portería, pero entero al fin y al cabo. Iñigo H me dice que se ha olvidado la ropa. Yo le digo que se vaya olvidando del partido.
Empezamos puntuales. Les hago trotar y luego las líneas.
Los siento en el círculo central y les pregunto por detalles: ¿el partido?, ¿los goles encajados?, ¿los marcados?, ¿la posesión?, ¿la rotación?, ¿la actitud?... preguntas todas orientadas a enseñarles a meter la cabeza en un partido. Ellos van respondiendo.
Tras sacar algunas conclusiones, el ejercicio de la rotación. Se entiende que lo primero es conseguir rotar a la perfección, de forma maquinal, y por eso no nos cansamos de practicarlo una y otra vez. Primero como siempre y luego al primer toque. Trabajan bien.
Paramos y les explico la jugada de falta. Una jugada tan letal que me da miedo revelarla en la red. Tal vez otro día... La ensayan dos, tres veces.
A y media, partido. Pero no un partido en plan compensación. Partido como escenario de la rotación. En serio. El cinco titular del sábado pasado a un lado. Otros cinco al otro. Yo me pongo en banda, con los suplentes, y voy parando el partido para hacer indicaciones.
Muy interesante. Y terminan con empate a cero.

REDÍN 4-3 ANAITASUNA

Sábado 20 de octubre.
12:00, Colegio El Redín.
Primer contratiempo: el Capi, Javi M, está enfermo, y no aparece.
La verdad es que me moría de ganas de que esto arrancase de una vez, aunque solo hayamos entrenado 3 días. Vivo para la competición.
En frente, unos tíos que a las 11:15 ya estaban calentando fuera. No parecen buenos, sí grandes. Realizamos nuestro calentamiento mimando los detalles. Charlita inicial y entramos al Poli. A la arena.
Álex I en la portería, Enrique P y Álvaro V atrás. Fer S y Eugenio H mordiendo arriba. Se centran ellos. Presión asfixiante, milimétrica. Al poco, un robo casi en su área y gol. Y nos empatan. Poco antes del descanso volvemos a adelantarnos. Salimos fuera y analizamos lo hecho hasta el momento: bien la presión; mal la rotación, los segundos palos, la posesión, los tiros de lejos, los movimientos, la seguridad... Me huelo una segunda parte difícil.
Y comenzamos encajando el segundo. Un regalo nuestro. Al poco golpeamos con el tercero. Y nos vuelven a empatar, ésta vez de falta. Con el empate, un partido de infarto. Fallamos una, dos, tres y hasta cuatro ocasiones claras de gol. El partido está en un ahí, y la victoria tan cerca como lejos. Se la puede llevar cualquiera, aunque las ocasiones -debidas a una presión asfixiante- son nuestras. Y a falta de 5 minutos tiempo muerto. Solo quedan cinco minutos. Espabilamos o morimos. Arrancan, y al minuto metemos el cuarto. Todos atrás y a defender los tres puntos. El partido acaba ahí. Trago el corazón para que vuelva a su sitio. 3 puntos y muchas, muchas dudas. Veremos.

19.X.07 preparando el debut

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Jaime O, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H y Juan B.

Empezamos a las 13:19 porque ha habido un problema con la puerta del vestuario. No volverá a ocurrir.
Tras las habituales carreras iniciales los siento dentro de la portería. Al minuto me interrumpe dAlberto y me dice que definitivamente jugamos mañana a las 12 en el colegio, y me da 12 convocatorias. Rotura de cintura y primer dilema: tres tíos van a quedarse fuera. Lo dejo para el final.
Hacemos el ejercicio de la rotación en cuadrado, primero sin salir por bandas y luego saliendo. Después, tiros a puerta -raso y cruzado al segundo palo- desde una y otra banda. Aprovecho para nombrar a mis capitanes en un aparte: Javi M y Fernando S, y les dejo claritas las normas de funcionamiento.
Por último -antes del trágico descarte para el partido- les explico la jugada de córner: dos en el segundo palo, bloqueo, balón al punto de penalti y de ahí a la red. Lo veremos otra vez antes del partido.
Bueno, y el momento de los descartados. Me separo con Nico -mi segundo- y opinamos. No podemos dejar fuera a los malos, así, para empezar. Tres tíos con cierto peso. Iñigo H (que ya nos dice que no puede estar), Jaime O y Pablo F. No lo habéis hecho peor que el resto pero alguien tenía que empezar y es decisión mía.
No es fácil, pero creo que lo encajan. A ver qué pasa.

16.X.07 la creación de espacios

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Jaime O, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H y Juan B.

Entrenamos fuera, en medio campo y sin portería. Cojonudo.
Me quedo en silencio esperando a que ellos mismos se pongan sobre la linea de banda y cierren la boca. Tardan 5 minutos.
Les abronco por empezar 5 minutos tarde. A correr. Hacen las líneas una, dos y hasta tres veces.
Rendidos, los siento en la banda. Les explico lo que vamos a hacer: un rato de rotación en cuadrado sin utilizar las bandas. Les exijo la perfección en el ejercicio y les explico que hacerlo mal el sábado es regalarle un gol al contrario.
Paro y cambiamos de ejercicio.
Divido la media pista en dos medias medias pistas y organizo dos partidillos sin porterías. 4 para 3 en cada campo. Los 4 tienen que intentar y conseguir -por jugar en superioridad- tener la posesión del balón el mayor tiempo posible. Parece fácil ¿eh? Fueron incapaces de conseguir una posesión superior a 15 segundos. Les explico que en el fútbol sala es importantísismo el movimiento continuo. El campo es pequeño y si nos cogen al hombre es dificilísimo tener el balón. Hay que aprender a moverse con sentido -a ésto está orientada la rotación- y hay que aprovechar siempre el ataque en superioridad numérica.

9.X.07 primer entrenamiento

Asistentes: Alex I, Eugenio H, Javi M, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Santi G, Enrique P, Jaime O, Pablo F, Fernando S, Miguel G, Sikai Q, Iñigo H y Juan B.

La experiencia me dice que no pueden verme sonreír. Tengo que mostrarme exigente, distante y autoritario. El año es largo y no es fácil alcanzar un ritmo de trabajo sostenido.
Les pongo a correr. Les paro y les vuelvo a poner a correr: todos juntos, en silencio y desde una banda hasta la otra. Hacen por primera vez -y por segunda- el duro ejercicio físico de las lineas. Ya cansados, los siento. Aunque algunos ya me conocían, nadie dice nada. Silencio, expectación.
Les hablo de las reglas de juego: puntualidad máxima, trabajo serio y obediencia rendida. Somos un equipo. Nadie es imprescindible. Uno va a su aire y lo pagamos todos. Si uno falla al entrenamiento falla al partido.
Les hablo de nuestra forma de jugar: ésto no es fútbol, hay que dominar la estrategia, crear espacios imposibles, rotar, mover el balón con rapidez... Les expongo como en un mural las cualidades del equipo perfecto, haciéndoles ver todo lo que nos falta. Parecen algo deslumbrados y me alegro de ello.
Después de todo sólo son enanos de 12 años a los que quiero enseñar a jugar a futbol sala.
A machacar.