¡Banda Sonora! Se me olvidaba...

Vuelvo al blog -una visita puntual- para proponer una banda sonora al lector.
Con ésta canción pienso en lo que hemos hecho éste año. "Y volamos tan alto... -bajad de ahí ahora, nos dicen, pero todo es tan perfecto desde arriba que nos quedamos", dice el estribillo. Y yo por eso sigo volviendo al blog, porque se estaba bien ahí arriba, en lo alto del fútbol. Y lo echo de menos. Además, la letra es una historia de amor, que -con permiso- quiero dedicarle a la diosa del fútbol, mientras la película de mis recuerdos de éste año me hace tiritar. Éste blog ha sido como el disco que se trabaja -un año entero- para ser archivado por ella con el resto de historias inolvidables.
Ahí va eso:

AGRADECIMIENTOS

Ésto me queda por hacer: agradecer. Así puedo realmente dar por concluída mi temporada al frente de éste equipo.
Y quiero empezar agradeciendo a los PADRES que hayan tomado la decisión -acertadísima, en mi opinión- de apostar por el futbito en el colegio. Así, son ellos los primeros en brindar a sus hijos la oportunidad -seguro que supera todas sus expectativas- de hacer equipo con los compañeros de clase. Ni clubes deportivos, ni fútbol 11, ni leches. Futbito en el cole, con los amigos.
En segundo lugar quiero agradecerle al COLEGIO que haga posibles historias tan ricas como la que os he contado en éste blog -¡ésta es solo una de tantas!-, todos los años, con todos los cursos. Mención especial para DON ALBERTO, personificación de toda esa tarea del colegio como encargado. Entre críos, balones, árbitros cortísimos, entrenadores maleducados y otras movidas el curso se alarga... para terminar pagando a los entrenadores, je, je.
Y quisiera aplaudir de forma especial a esos PADRES COMPROMETIDOS, siempre dispuestos a sacrificar una mañana de sábado para alimentar la ilusión de sus hijos. Viajes a pueblos -previstos y no tan previstos-, minutos y minutos en la grada -cuando la hay- para saber aconsejar, para grabar, para sufrir y disfrutar... premios en forma de abrazos, palmadas y refrescos... Es mucho. Puedo decir que, de alguna forma, no he entrenado solo.
Y, cómo no, quiero mostrar mi más efusivo agradecimiento -fuertes aplausos, todos en pie- a todos y cada uno de los CHAVALES que han participado en mi proyecto. Ellos son los que han puesto todo, los que han sufrido horas y horas de duro entrenamiento, los que han apostado por creer en el proyecto. 46 entrenamientos. 22 partidos. 268 días... Ha sido una parte considerable de su vida durante éste curso. Quiero escribirlo otra vez, los pelos en punta; una lágrima:

23.V.08 colorín colorado...

Parece mentira que haya que terminar así. Hasta las 13.30 no conseguimos acceder al Poli.
Alguno hay que por pereza no se ha cambiado y me da profunda pena, especialmente en el caso del subcapitán, del que no esperaba algo así. Algo habré hecho mal...
Hoy tenía pensado regalarles el poli para que jueguen un partido.
Me siento en lo más alto de la grada y observo. Y pienso.
Alguien dijo alguna vez: "quien ama la mar, ama también la rutina del barco". Creo que a mí me ha sucedido al revés: primero el día a día y, en consecuencia, la totalidad.
Juegan felices. Hoy no intervengo, sólo quiero verles jugar por última vez.
Al término del partido les llamo a la grada, donde nos sentamos en algo parecido a un corro. Un grupo nutrido de enanos entra para jugar en el parqué. No soy muy dado a las despedidas y menos todavía a toda su palabrería, así que, simplemente les digo que me voy contentísmo y muy agradecido. Luego les explico que, como muestra de mi agradecimiento, quiero regalarles la dirección de éste blog. Puede ser un buen recuerdo, o simplemente la confirmación de que soy un "pirao" del fútbol. ¡Qué más da! Lo que tengo claro es que la historia que aquí narro es más suya que mía. Les pertenece.

Y... éste cuento se ha acabado.

* sin anestesia

Pues parece que ahora sí, que ahora va en serio: ésto se acaba.
La madre competición ha tenido el detalle de permitirnos terminar con dos victorias, que hacen que el sabor global de la temporada quede más dulce que agrio.
Y... es mejor así. Algo rápido. Los apéndices ya quedaron hechos hace unas semanas, el efecto "despedida" ya pasó y ahora queda preocuparse única y exclusivamente por terminar bien el curso.

Me voy contento, contentísimo. Éste ha sido, sin duda alguna, el año que más he aprendido. Y, evitando compararlo con otros cursos para no dejarme llevar por la pasión de lo inmediato, diré que tengo la impresión de haber colaborado en la formación de un equipazo, en la ilusión de un grupo de enanos por hacerse grandes y en la consecución de títulos que todavía no han llegado, pero que llegarán. Me alegra -mucho- haber podido vivirlo en primera persona.

El viernes les diré adiós en el entreno.

16.V.08 en "petit comité"

Asistentes: Javi M, Miguel G, Eugenio H, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Uy, uy, uy... me huele raro.
En el poli hay un apetecible partido de los mayores para el trofeo director. Entrenaremos fuera.
Pablo F, tras dejar de jugar en una portería me explica que le duele muchisísimo el pie. Fernando S también se baja argumentando haber recibido un "tiopepe" unos minutos antes.
Total, entrenamos siete, y me callo lo que pienso para no estallar.
Hace un día soleado.
Quiero premiar de algún modo a los siete incondicionales que han aparecido hoy. Por eso, corremos sólo unos minutillos y hacemos el ejercicio de las líneas una sola vez. Agradecen el detalle.
Y abrimos una suculenta sesión de tiros a puerta a discreción. Como sólo son siete y tenemos dos balones los chavales realmente se vacían tirando a puerta, y Álex, el portero, se divierte con tanto que parar.
Al final les explico cómo tirar penaltis. Aunque no lo crean, ejercicios como éste sirven para ganar en confianza a la hora de ejecutar una pena máxima. Les digo que lo más importante es la seguridad con la que se va al balón, y que por eso es fundamental tener bien claro -mucho antes de coger carrera- el sitio en el que se va a colocar la pelota. Decidir y ejecutar, sin dudar.
Ellos me dicen dónde la van a poner y ejecutan. Bien.
Luego les hago ver que un penalti, así, sin más, es tarea sencilla. Lo que no es tan sencillito es asumir la responsabilidad de tirar un penalti en su contexto: en un partido, en la recta final de un partido empatado, en una final, en la tanda final de penaltis de una final... Ahí es donde, por todo, uno deja de creer en sí mismo. Las piernas t¡emblan, la distancia a portería se multiplica, el portero se hace más alto, la portería más pequeña y el corazón pide espacio en la capacidad bucal. Ahí es donde se ve quién vale y quién no.
Y lo vemos: Organizamos un torneo. El que falla se elimina.

Je, je... Cinco de seis fallaron su primer tiro.
El segundo y el tercero sirven para ganar en esa confianza de la que venía hablando.
Creo que les ha servido. Y nos hemos divertido.

13.V.08 insisto, salir por banda

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Pablo F, Eugenio H, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Martes y trece.
Entrenamos -otra vez- en el exterior cubierto. Enrique P enfermo y Álvaro V lesionado.
Somos nueve.
Carreras habituales, líneas habituales y nos sentamos en portería. Hablamos poco. No sé, hoy no hay mucho de qué hablar y olvido analizar el partido del sábado pasado.
Así que nos ponemos a trabajar el tema de las bandas. Primero lo hacemos saliendo desde un lado, en pared con un defensor. Luego practicamos el mismo ejercicio desde la otra banda. Y por último me pongo yo en banda para que salgan haciendo pared conmigo, siempre a la espalda del defensor porque, si lo hacen bien, llegarán siempre antes que él. Se ve.
Y sin haberlo pretendido se nos va la hora.
Terminamos con una rápida tanda de tiros a puerta, para que puedan desahogarse.
Los despido hasta el viernes.

REDÍN 5-2 ANAITASUNA

Sábado, 10 de mayo.
11:00, Colegio El Redín.
Nos ponemos a correr en el exterior cubierto antes de que se abra el polideportivo.
Nublado. Frío. Poca atmósfera de fútbol.
Unos minutos antes entramos para realizar los tiros de calentamiento y movimiento de balón.
Y arranca el partido. Pronto nos hacemos con el dominio del partido debido a nuestras largas posesiones de balón. De un lado a otro y en movimiento continuo los cuatro. Todo bien. Ellos nos esperan en medio, cerrando el centro. Los entrenamientos causan el efecto positivo de buscar mucho más la salida por la banda. Pisamos para controlar, la cabeza alta, mirando siempre el carril lateral. Y así ganamos en profundidad. Pero no todo es tan bonito. Regalamos muchos balones fáciles haciendo pases débiles en el lateral, provocando excesivos contragolpes del rival.
Y la primera termina con el 2-1. Parece mentira. Por lo que estamos jugando deberíamos ir cuatro o cinco arriba. El mensaje al descanso es claro: matar el partido cuanto antes para terminar con cualquier esperanza rival de hacer algo. Y, por cierto, un detalle: bien los movimientos de estrategia, especialmente en los córners y en una falta que cerca estuvo de terminar en golazo.
Y vuelve a correr el balón. Más de lo mismo en la segunda. Hoy parecemos estancados, y no precisamente por no pelear. En los minutos finales el partido adquiere un tono bronco, provocado por las múltiples faltas realizadas por los del Anaita. Total: Álvaro V, uno de mis mejores hombres, con esguince. Tres semanas.

9.V.08 salir por banda

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Enrique P, Pablo F, Álvaro V, Eugenio H, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Nos hacemos con el exterior cubierto tras pulso con los mayores, que terminan por entrenar en los mojados campos de fuera. Je, je... venían demasiado creciditos.
Carreras habituales y sentada en el área para hablar del partido de mañana. Anaitasuna en el cole.
Les pido que recuerden lo que nos costó romper su sistema defensivo la última vez, a pesar de haber terminado 0-5. Son grandes y fuertes. Pero mi mayor miedo es el exceso de confianza con el que podemos llegar nosotros. Les advierto. Juguemos contra el que juguemos, solo funcionamos si jugamos al máximo, como si fuese una final.
Y tras pedalear con otros asuntillos nos ponemos a trabajar con balón. Hoy he preparado unos ejercicios que sirven para practicar la salida por la banda. Primero lo hacemos sin defensa, luego con un defensa y después con dos. Nos cambiamos de banda para ensayarlo en ambas. Al final me pongo yo en la banda para que ellos salgan a sprint tras hacer la pared y le ganen la espalda al defensa.
Si hacemos éste ejercicio muchas veces terminarán por intentarlo sin miedo en los partidos. Es un movimiento que no les sale solo y quiero que vean lo ventajoso que resulta: Si el de abajo la juega con el de arriba y luego sale a sprint, el de arriba podrá echársela larga porque, el que sube, siempre le ganará la espalda al defensor. Y casi casi estamos pisando área.
Se ve.

6.V.08 "chut"

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Enrique P, Pablo F, Álvaro V, Eugenio H, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Día primaveral. Muchos niños correteando por todos lados y aroma a césped recién cortado.
Entrenamos en el exterior cubierto, fresquito.
Tras las carreras de rutina, alguna más por haber empezado tarde. Que si hay trofeo director, que si no está don Alberto, que si no hay entrenamiento... ¿Qué coño? Eso lo diré yo ¿no? Al fin y al cabo soy el que viene de la otra punta de Pamplona para entrenar.
Como contamos con dos balones hacemos toda la hora una sesión de tiros a puerta: desde el medio, desde más cerca, desde más lejos, desde una banda, desde la otra, con segundos palos, de volea...
La hora se pasa volando. Los chicos entrenan entusiasmados por disponer de tanto tiro a puerta. Se lo merecen. Es una forma de premiarles sin dejar de trabajar. Éstos ejercicios sirven realmente para que ellos mejoren. Cuanto más rato pasas con el balón, más te haces a su forma de funcionar, y más coordinas tus movimientos con los suyos. Parece una tontería, pero es así. Y luego las cosas salen con menos esfuerzo.
La diferencia entre los primeros tiros y los últimos fue notable. Y si no, que se lo pregunten al portero.

* pequeño apunte

Me encanta el nuevo anuncio de Nike. Ahí os lo dejo.

29.IV.08 sin relajarse ¿eh?

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Enrique P, Pablo F, Álvaro V, Eugenio H, Santi G, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Entrenamos en el Polideportivo.
A y diez, estamos cinco. Esperamos a que llegue el resto. Lo hacen a y cuarto, paseando tranquilos, comentando la jugada y las manos en los bolsillos. Me empiezo a calentar.
Les pongo a correr. Algunos se persiguen, se zancadillean, echan risas... y coincide con que son los mismos que han llegado tarde. No digo nada, y siguen corriendo. Voy parando en banda uno a uno, empezando por los que mejor están calentando. Tras la criba quedan cuatro. Dejo que sigan corriendo un rato, en el silencio del Poli y ante la atenta mirada de todo el equipo. Se acabaron las tonterías.
Unos minutos después -minutos largos-, todos se incorporan para hacer líneas. Las hacemos dos veces. Y luego les siento en la portería con la idea de leer el partido del sábado.
Tengo la impresión de que todavía no saben sacar conclusiones. Creen que por el hecho de haber ganado ya no hay cosas que mejorar. Y no es así. Les hablo de los errores defensivos, de la falta de eficacia en las jugadas de gol, del regalo defensivo que propició el gol rival... Y también les hablo de lo bien que jugamos.
Por otro lado, les expl¡co que mi intención era jugar un partidillo para celebrar la vuelta de la victoria, y que siento realmente tener que poner cara de perro al comienzo del entreno. Pero ésto funciona así: lo más importante en un equipo es su forma de trabajar, y no pienso ceder un ápice en cosas tan básicas como la puntualidad o la seriedad en el trabajo, por mucho que hayamos vuelto a ganar, que se acerque el verano o que alguno sienta la necesidad de comunicarle al mundo que está en la edad del pavo. Si hay algo que sí hemos hecho durante todo el año es trabajar. Y no vamos a cambiar ahora. Se entiende.
Durante el partido puntualizo detalles importantes: aprovechar la superioridad numérica cuando el delantero del otro equipo se queda rezagado, el hecho de que el equipo que va por delante se cierre mejor y no se acelere, las salidas por las bandas...
Muy productivo.

MURCHANTE 1-6 REDÍN

Sábado, 26 de abril.
11:30, Polideportivo Municipal de Murchante.
Llegamos en convoy de tres coches en un día caluroso, veraniego. La frescura de las estrechas calles del pueblo evoca días olvidados, veranos de juventud, trastadas y helados de fresa.
El campo es un frontón. El frontón es una pista. La pista es el campo.
Qué chorrada...
Total, que se trata de la típica pista apretada -las gradas en un lado, sobre la línea de banda, y la pared del frontón en el otro-, que parece menor de lo que realmente es.
Hoy empezamos en el vestuario. Les pido que juegen abiertos, pisando las líneas de banda -o tocando la pared, que es lo mismo- para abrir el campo y generar espacio. Recordamos que salimos a jugar unas semifinales de champions, sea lo que sea lo que nos jugamos. Como no sabemos nada de éstos tíos vamos a jugar sin especular, sin mostrar fisuras, yendo a por el partido desde el primer segundo. No hay que darles ninguna opción.
Empieza el partido y nos hacemos con el balón. Rotamos a placer -nos esperan en medio-, buscando las bandas. En nuestra segunda llegada estrellamos el balón en el poste. Tenemos posesiones largas. Ellos solo alcanzan a tirar desde lejos, desde muy lejos. El partido es nuestro, pero falta el gol.
Mediada la primera, en nuestro primer córner, clavamos el movimiento de estrategia y Peter sube el primero al marcador. El único de la primera. Nos vamos al descanso contentos. El partido es nuestro.
¡Pero sólo vamos uno arriba! Hay que matar el partido cuanto antes. No podemos pecar de inocentes.
Arranca la segunda con el objetivo de meter el segundo pronto. Y lo hace Euge al materializar -punterón seco y raso- un contragolpe. Perfecto. Y más juego, más ocasiones. Jugamos muy bien. Hasta que les regalamos el primero. Una mala salida de balón deja a sus delanteros solos ante nuestro indefenso portero. Broncón. Merecido broncón. Y a recomponerse.
Y entonces llega lo mejor del partido. Nos centramos, tocamos atrás, salimos por banda y nos plantamos en el área en superioridad para que Peter empuje el tercero. Es perfecto. Y evitamos que ellos se vengan arriba.
Tras el tercero comienza el baile. Jugamos casi a la perfección, llevando el ritmo, midiendo los tiempos... Javi, el capi, clava el cuarto tras sortear a tres defensas y enchufarla a la base del poste. Peter, de punterón lejano, quita las telarañas de la escuadra antes de meter, él mismo, el sexto, de tacón en la línea de gol, tras contragolpe que termina con tres en el área. El portero temblando, el míster haciendo aspavientos y el árbitro pitando el final.
Y nos vamos, como en los viejos tiempos, relamiéndonos los labios.

25.IV.08 pues... va a ser que no

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Pablo F, Álvaro V, Eugenio H, Santi G, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Pues va a ser que no, que ésto no se acaba.
No sé muy bien qué nos jugamos exactamente, pero da igual. Tal vez la 5ª plaza de Navarra. A mí me vale. Sobre todo por el hecho de tener que competir. Es el jugo de la vida: la competición.
Entrenamos en el Polideportivo y, tras correr lo acostumbrado, hablamos de lo que hemos hecho hasta ahora, y de lo que nos queda. ¿Dos partidos?¿tres? Da igual. Lo que tenemos por delante son dos semanitas para seguir creciendo como equipo, porque lo que está claro es que, a pesar de lo que digan los resultados, nosotros no hemos dejado de crecer desde el 9 de octubre de 2007, día en que nos constituímos como equipo. Hemos mejorado y aprendido mucho.
Luego les hablo de lo que supone jugarse la 5ª plaza. Los mayores -que éste año están machacando- el año pasado solo pudieron luchar por quedar, como mucho, decimoquintos. Es todo un orgullo poder pelear una 5ª plaza. Además, el hecho de que sea a partido de ida y vuelta le confiere al choque toda la magia de esas eliminatorias de champions que tanto nos gustan: los goles fuera de casa, el partido de vuelta, la estrategia... Las eliminatorias a ida y vuelta tienen un plus de magia.
Por otro lado, tenemos la gran oportunidad de terminar el año saboreando -¡una vez más!- el licor de la victoria. Apetece ¿no?...
Y nos ponemos a trabajar.
Hoy partidillo. Las antenas puestas en cerrar todos los huecos al defender y en agujerear las bandas al atacar.
Y mañana a Murchante. Nos vemos.

APÉNDICE: MI PARTIDO FAVORITO

No es una elección fácil. El año ha sido largo y ha dejado auténticos partidazos. Cómo olvidarse del auténtico sorpresón en Ezcaba: último partido de la primera vuelta. Irati líder dos puntos por encima de nosotros -nos los dejamos empatando contra San Juan en casa- y toda la tensión de saber que ellos ganaron de tres en San Juan. Total, 4-10 y líderes en solitario por primera vez.
¿Y el rotundo 0-5 en Anaitasuna?¿Y la goleada en casa ante el Askatasuna (16-1) jugando como los ángeles?
O esos partidazos de la segunda vuelta, terminados a lágrimas y acariciando la victoria: Funes -las dos veces-, Redín A, Aurrerá en casa... Y el último en Irabia... nuestra final.
Pero yo quiero acordarme de forma especial del primer partido de 2008. Doce de enero en San Juan, cuando todavía no habíamos hecho nada. Por todo, creo que ha sido el mejor. Nosotros jugándonos la primera plaza. San Juan moviéndose entre la primera y la tercera. Irati amenazando un posible tropiezo. Todos mentalizados, muy serios. 0-2 al descanso, y una segunda parte de contención casi perfecta. Incluso unos minutos finales de infarto. Alegría desbordante al final por la clasificación como primero de grupo, invicto, y con un partido por jugar.
Ha sido mi favorito. Ahí os dejo el acta, escrita en sangre. En la sangre de la batalla.

APÉNDICE: INOLVIDABLE

Voy a echar de menos a éste equipo.
Es un equipo con personalidad, un equipo distinto.
No se trata de un conjunto superdotado técnicamente, ni de un colectivo fuerte físicamente. Pero es un grupo de chavales soñadores, entusiastas, con hambre de comerse el mundo. Yo diría que éste equipo ha condicionado mi forma de ser entrenador.
Me ha gustado. Ha sido un descubrimiento prolongado. Pasar de entrenar a los mayores del colegio para entrenar a una panda de mocosos tiene su aquel. La forma de transmitir los mensajes, no dar nada por sabido, explicar lo más básico, armarse de paciencia ante la torpeza, la descordinación y las chorradas propias de su edad, todo lo referente a repensar el futbito, a la motivación... Ha sido como volver a entrenar por primera vez.
Hay una cosa que me ha gustado sobremanera: la evolución. Desde el 9 de octubre de 2007 éstos chicos no han hecho más que crecer, de modo que si pudiésemos comparar al equipo de comienzo de año -aquel que ganó 4-3 al Anaitasuna o 1-4 al Teresiano- con el de hoy -sirva como ejemplo cualquier partido de la fase final- veríamos a dos equipos irreconocibles. Y todo se debe al trabajo de cada uno, a la involucración en el proyecto. En mi proyecto. Y por eso les estoy inmensamente agradecidos. Éste ha sido el primer año que la derrota me ha dejado sabor a victoria (no todas ¿eh?).
Me gusta el carácter de éste equipo.
Ha sido interesante ver que, al ser realmente muy poquitos los jugadores desequilibrantes, los partidos se convierten en todo un juego de estrategia. La diferencia entre un jugador y otro dentro del campo es tan pequeña que cada cambio adquiere mayor importancia, por estar pensado para detalles muy concretos.
Y queda resaltar que éste es el primer año que he visto a mis jugadores abandonar el campo entre lágrimas. Leitza, Funes... Lágrimas de rabia, de impotencia, de jugadores que quieren ser ganadores antes de tiempo. Son imágenes que no voy a olvidar.

APÉNDICE: TODO QUEDA

La vida es así. Todo lo que un día empieza, otro día acaba. Es la Ley de nuestra existencia. Pero ocurre que todas esas cosas con las que realmente disfrutamos y nos emocionamos parecen durar menos, parecen pasar más rápido... Y a mí, otra vez, me ha ocurrido así.
Mi historia como entrenador con éstos chicos ha sido breve -180 días-, pero riquísima.
Puedo decir que éste ha sido el año en el que la diosa del fútbol más me ha enseñado. Nunca había bailado tan de cerca con los resultados negativos, y nunca creí que fuese tan bonito.
Crecí en una promoción afortunada futbolísticamente. Jugamos muchas finales y ganamos muchos trofeos. Siempre estuve rodeado de grandes jugadores con los que pocas veces conocí la derrota. Y, como entrenador, los cinco años he podido estar con promociones ricas, ganadoras.
Pero éste ha sido mi reto más interesante. Nunca había cogido a un equipo tan joven -11 y 12 años-, y tan... sin hacer. Estan en una edad en la que no existe mentalización, reflexión deportiva. Todo es saltar al campo con el corazón, a correr y sudar. Un regalo para la vista: se gane o se pierda todo se pelea.
Y yo con la idea de conseguir un equipo ganador. Lo serán. Nos hemos forjado, como las mejores espadas, con la fuerza del fuego -¡cómo queman las derrotas!-. Hemos puesto unos pilares sólidos sobre los que construír: mucho trabajo, exigencia, respeto, compañerismo... y hemos hablado mucho de fútbol sala.
Ésto es mucho. Y me ha encantado llevar las riendas de ésta forja maravillosa, por mucho que sean sólo chavales de 12 años que vayan a olvidarlo todo muy pronto. A éstas edades uno solo se acuerda de los títulos. Es lógico.
Pero, de una forma u otra, todo queda.

IRABIA 5-3 REDÍN

Sábado, 19 de abril.
9:45, Colegio Irabia.
Llego el primero al colegio. Me quedo escuchando música dentro del coche. Hoy termina todo y no creo ser del todo consciente. Pero es así. Hoy saldremos al campo por última vez, a librar la última batalla.
Irabia ya es campeón y nosotros últimos, y el partido de hoy no podrá cambiar nada. Pero eso no importa. Es el último partido y no quiero guardar un mal recuerdo. No quiero que se convierta en el típico partido jugado con dejadez y mal sabor de estómago. Son los últimos 50 minutos de la temporada, y son nuestros. Quiero invertirlos en hacer un partido perfecto, algo así como un resumen digno a lo que ha sido la temporada.
Los chicos van llegando y nos ponemos a calentar. Parece que el mensaje de que aquí jugamos nuestra final hizo mella: hay silencio. Y el discurso previo es sencillo: No quiero pediros que ganéis, sólo quiero ver, durante 50 minutos, a un equipo dejándose la piel para ganar. Aunque no ganemos. Y ya está. Que disfrutéis del último partido.
Y arranca nuestra final. Nuestro final.
Defendemos 2-1-1, más atrás de lo que les defendimos en el Redín. Cuando robamos tocamos con gracia, muy abiertos a la salida por banda. Ellos empujan y nosotros nos reagrupamos bien, cerrando filas. Y entonces llega nuestro primer contragolpe. Les pillamos en inferioridad -dos para uno- y metemos. Increíble. Poco después llega nuestro segundo contragolpe: ¡otra vez gol! Acojonante. Los de Irabia, perplejos, intentan sacudirse el 0-2 con un juego más directo.
Nosotros nos despistamos y en dos fallos de marcaje -uno de ellos clamoroso en saque de banda- dejamos que nos igualen.
Pero volvemos a adelantarnos al ejecutar una buena salida por la banda. ¡No me lo puedo creer!
Y justo antes del descanso, una genialidad de los suyos pone la igualada. ¿Por qué nadie le ha frenado? Basta con agarrarle y sonreírle, pedir perdón y ponerse en la barrera. Aprenderán.
Nos metemos en el vestuario. Les felicito. Hago dos apuntes sobre las coberturas y la agresividad en defensa y salimos al campo. ¡Se puede!
La segunda parte es vibrante. Ocasiones en un lado y en otro. Las nuestras son más claras pero todas ellas las desbarata un iluminado portero. El ritmo es altísimo, muy intenso. Y es entonces -a falta de 7 minutos- cuando el árbitro decide terminar de liar el partido. Y digo terminar porque ya había comenzado en la primera. Una amarilla en nuestra primera entrada. Faltas inexistentes señaladas en nuestra contra y existentes no señaladas a nuestro favor. Errores en el sentido del saque de banda, distinto criterio -¿criterio?- en las penalizaciones de las faltas: tarjetas para nosotros y avisos para los otros... Bufff.
Y es entonces, decía, a falta de 7 minutos, cuando Euge le roba la cartera al defensa y acto seguido es derribado -tras agarrón de amarilla- sin ver el árbitro nada señalable. Dos minutos antes le había mostrado la amarilla a uno de los míos por la misma acción. Y, segundos después, nos meten ellos. Quejas, gritos, protestas... Que el árbitro decide zanjar expulsando al capitán. ¡¡¡¿Qué?!!! No me lo puedo creer. Y a jugar con uno menos.
Qué pena. Es una pena que en nuestro último partido del año, en el momento en el que mejor volamos -los brazos extendidos, la brisa del que vuela alto en las mejillas, paladeando otra vez el retrogusto de una victoria-, éste sinvergüenza se presente, nos corte las alas y nos deje tirados. Pero si sólo estabamos jugando a ser gigantes, a ser los mejores, mirando por encima del hombro a los primeros en su propio campo... ¿por qué la lías?
Nos meten otro y todo acaba ahí.
(...)
No voy a dejar que éstos siete últimos minutos minen mi estado de ánimo. Es para estar contento, orgulloso, satisfecho. Hoy hemos demostrado ser todo un equipazo en una categoría de gigantes. Así que separo a los míos y les pido que dejen al árbitro en paz, mientras le clavo los ojos y, con una sonrisa, le susurro al oído: no te preocupes arbi, es que nos has jodido el partido.
Chico, tenía que decirselo. Así de claro.
Y me voy contentísimo.

18.IV.08 último entrenamiento

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Enrique P, Pablo F, Álvaro R, Álvaro V, Eugenio H, Santi G, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Exterior cubierto, y nos ponemos a correr.
¿Último entrenamiento? No lo creo. No lo quiero. Sí que es el último con partido por delante. Eso sí, espero -y así se lo digo a los chaveas- tener un último entreno la semana que viene que sirva para hacer balance del año y cerrar bien la temporada.
Pero aquí lo importante es el partido de mañana. Es un partidazo. Es el mejor partido del año, tal vez algo descafeinado por ser el último, ante un Irabia que ya es campeón de grupo. Empiezo recordándoles el partido de ida. Nos endosaron un set en blanco, pero no fuimos nosotros -por lo menos en estado puro-: fuimos nosotros en versión "minados por las bajas" (tal es así que jugamos sin portero). Y hasta aquí dos bazas importantes que nos permitirán -espero- pillarles desprevenidos: lo normal es que jueguen relajados -por ser campeones- y que no esperen tanto potencial de nuestra parte.
A los chicos les pido que vean el partido como la final con la que soñamos. Es el último partido y el rival es de final. Hay que ir a Irabia con la mentalidad de jugar la final, porque realmente Irabia este año es nuestro final. El sábado acaba todo.
Hago dos equipos y hacemos un partido. Desde la banda lo voy parando para hacer las indicaciones pertinentes, y hago mucho hincapié en las salidas por las bandas. Cuántas ocasiones de gol haríamos si aprovechásemos la banda...
Y los despido hasta mañana a las 9 (vaya horas...).

Voy a echar de menos los entrenamientos. Voy a echar de menos los partidos.

REDÍN B 3-6 REDÍN A

Miércoles, 16 de abril.
17:00, Colegio El Redín.
Llegamos al cole tras un tranquilo paseo por el casco viejo. Un paseo de equipo que ayude a digerir la pesada comida del McDonald´s.
La situación es atípica: 16.30, el patio desangelado, los mayores y nosotros calentando en el polideportivo vacío.
Nos sentamos fuera -como de costumbre- en las escaleras, cara al polideportivo.
Último partido de la temporada en el Polideportivo. Les pido que piensen cómo quieren que sea. Los mayores nos esperan dentro, y nosotros tenemos que entrar. Es nuestra despedida en casa, los últimos 50 minutos de competición sobre nuestro parqué. Hay que ir, como siempre, a jugar como nunca. Repaso de consignas, quinteto titular y para dentro.
Aguantamos el tipo los primeros diez minutos. El balón es del rival y a nosotros nos toca multiplicarnos para cerrar huecos. Achicamos como podemos y salimos a la contra.
Nos meten el primero en una jugada apurada hasta el córner. Balón colgado y empujado en la línea. Nos desestabilizamos y pronto nos meten el segundo. No puede ser.
Poco antes del descanso, una genialidad del mejor de su equipo deja en paños menores a toda la defensa y clava el tercero.
Salimos y volvemos a sentarnos fuera. Total: exceso de respeto, miedo, inseguridad y falta de fe en la victoria. ¡Venga, coño! Y entramos a por la segunda como si la primera no hubiese existido.
Metemos el primero. Y nos meten. Empezamos a tener más balón. Defendemos con más agresividad. El árbitro nos señala un penalti a favor -yo no he visto nada- y acortamos distancias.
Pasa el tiempo, y cuando más cerca estamos de meter el 4-3 -fallamos un contragolpe perfecto-, nos meten ellos. 5-2.
Un gol más en cada bando cierra un partido perdido en la primera parte.
Y éste partido cierra nuestra temporada en casa.

15.IV.08 esperando a los mayores

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Enrique P, Pablo F, Álvaro R, Álvaro V, Eugenio H, Santi G, Álex I, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Entrenamos en el Poli.
Todo informado por el hecho de que mañana hay partido, y contra los mayores. Un partido importante.
Carreras habituales y los siento en la portería. Quiero explicarles la salida de saque de puerta, para que los próximos partidos no sean un continuo darle el balón al rival que nos presiona. La ensayamos dos veces. Es fácil, sencilla, y parecen cogerla pronto.
Y luego hacemos un partido, con la idea de jugar desde ya el partido de mañana.
Voy parando para hacer las indicaciones pertinentes.
(...) Han aprendido tantas cosas, y hay tanto que les queda por aprender... Éste equipo no tiene techo. Auguro un futuro cargado de éxitos, aunque a mí me haya tocado ver la fea cara de la derrota, que sirve como base para la construcción de un equipo ganador. Aprenderán.
Es lo que hay.
Y mañana les invito a hacer una comida de equipo. Terminan las clases a las 2 y el partido es a las 5. Es un buen plan. Así se hace equipo fuera del campo.
Y me voy pensando que ésto se acaba.
Todo toca a su fin.

11.IV.08 día libre

No entreno. Hemos aplazado el partido de mañana -contra los mayores- al miércoles próximo.
Hoy tengo trabajo y, por todo, no bajo.

8.IV.08 tanteando a los mayores

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Eugenio H, Santi G, Juan B, Iñigo B y Sikai Q.

Aquí falta peña. Una mosca me zumba la oreja diciéndome que en cinco minutos vuelvo a estar en casa, que hay cosas que hacer. Pero luego no resulta ser para tanto. Además, sólo por los que se han presentado un día como hoy -martes frío y lluvioso- soy incapaz de dejarlos tirados. Es más, les voy a premiar.
Apalabro un enfrentamiento con los de un año más, a puerta cerrada -especialmente para los del equipo que se han presentado sin cambiar- en el Poli.
Primero calentamos fuera. Unas carreras y nos cerramos en el área. El discurso va por la línea de que, es cierto, no tenemos opciones en ésta liguilla. 2 partidos, 6 puntos. Matemáticamente imposible rascar algo. Pero el caso es que son dos partidos que vamos a jugar, y tenemos que encontrar nuestros motivos para ganarlos. Para el primer partido -contra los mayores- no parece muy complicado: ¿a qué curso no se le cae la baba con la posibilidad de hacerle un roto a los mayores en un partido de futbito? Y más sabiendo que se puede, que el partido de ida terminaron pidiendo la hora y que éste sábado perdieron contra los del Aurrerá.
El propósito de medirnos hoy a ellos no es ganarles -sería contraproducente para su forma de encarar el partido que vale-, sino hacernos a su forma de jugar, sentirnos a gusto enfrentándonos a ellos.
Y lo conseguimos. Nos adelantamos. Nos empatan. Volvemos a adelantarnos dos veces más hasta ponernos 3-2 y jugarles de tú a tú. Y al final nos meten dos, el último un poco entre voces de "nos vamos".
Me sirve.

REDÍN 0-1 FUNES

Sábado, 5 de abril.
11:00, Colegio El Redín.
Volvemos a las andadas. En frente, Funes.
Todos tenemos el presentimiento de que éste partido se gana.
En nuestra retina el partido de ida -el primero después de la reinventada- y cómo se nos escapó tras llegar al descanso con el 0-2.
La plantilla al completo. Ni lesiones, ni esquiadas, ni muletas... Ésto es otra cosa.
Juraría que estamos faltos de ritmo. Dos semanas de parón por la Semana Santa y sólo un entrenamiento a la vuelta no nos ponen muy en órbita. Y se nota.
Comienza el partido. La primera parte no es de nadie. Nos presionan y salimos con balones largos, un poco a lo que salga. Rotamos por momentos. Les esperamos en el medio del campo, agazapados, y les damos dos sustos al contragolpe. Pero ellos nos meten primero en una jugada desafortunada.
Y llega el descanso.
La segunda parte es nuestra. Ellos se cierran muy bien atrás y nos dan más balón. Tocamos sin profundidad y ellos intentan pillarnos a la contra. Se cierran realmente bien. Los últimos diez minutos son un asedio sin tregua... y sin resultado. No conseguimos meter el balón bajo los postes y el partido termina así.
Me da que pensar. No hemos sido capaces de abrir la lata y el resultado es un marcador atípico: 0-1. Partido igualadísimo, muy físico y entre dos equipos bien en defensa... ¿o mal en ataque?

4.IV.08 volver a creer

Asistentes: Javi M, Fernando S, Miguel G, Eugenio H, Enrique P, Pablo F, Álex I, Juan B, Iñigo B, Álvaro R y Sikai Q.

Estamos de vuelta. Toca configurar lo que será la última versión de éste equipo ésta temporada. Restan 3 partidos, dos en casa y uno fuera, en Irabia.
Les recibo con frialdad. Mañana hay partido y nos pilla viéndolas venir -por lo menos a mí, que dejé la cama ayer-, así que toca ponerse el mono.
Primero físico. Hacemos un combinado de carreras, flexiones, abdominales y saltos durante 20 minutos que les pone en su sitio. Están cansados y me miran sin hablar, intentando recuperar la respiración.
Hablamos. Alguno hay que parece haber perdido la fe en la rotación. No es el momento. Entiendo que no es fácil seguir creyendo en el sistema cuando ha arrojado tales resultados en la liguilla final, pero es el sistema lo que nos ha permitido aguantar el tipo a pesar de las derrotas. Y eso lo tengo clarísimo. Si hemos perdido los últimos siete partidos ha sido sobre todo por estar jugando contra equipos mayores, con más físico y más experiencia que nosotros, y no porque nosotros rotemos. Si acaso tenemos parte de culpa por no rotar todo lo bien que podríamos.
Así que, para reafirmarme, los pongo a rotar sobre la marcha. Pim, pam, pim, pam... sin parar.
Y a falta de 10 minutos jugamos un partidillo para ir abriendo apetito.
Y de Funes ya hablaremos mañana.

1.IV.08 estoy enfermo

Y me quedo en la cama.

SAN JUAN 6-0 REDÍN

Sábado, 15 de marzo.
11:00, Polideportivo de San Juan.
A falta de media hora para que comience el partido estamos tres.
Los de San Juan hacen ejercicios de calentamiento desde mucho antes que nosotros y, así, comienzan a ganarnos el partido. Definitivamente estamos seis. Es decir, tenemos un cambio.
Me encanta. Ésto va en serio. Realmente voy a tener que pasar por ésto, vivir en primera persona 50 minutos de los que ya no espero nada.
Y actuar. Interpretar. Hay que ser inasequible al desaliento -los enanos se fijan en todo-, no rendirse, pelear hasta el final. Nos quedamos un rato en el vestuario. A lo lejos suena la bocina de la pista -como sonaron los silbatos y bengalas durante el hundimiento del Titanic- , que nos llama a la dura tarea de dar la cara. Y yo les pido que se lo crean, que jueguen para ganar.
Y, una vez más, nos lo dejamos todo para no llevarnos nada.
Pero, además de lo doloroso de la derrota, el árbitro ha querido darnos la colleja con una concatenación de errores y deposiciones mayúscula. Su primer gol con la mano, el tercero había salido de banda, dos manos no pitadas, faltas no sancionadas... Pshé. No sé ni por qué me quejo. La verdad es que un buen árbitro tampoco nos habría permitido ganar. Hoy no había.
Un espontáneo sale a controlar otro balón, perseguido por su pequeño hijo, irrumpiendo en mitad de una jugada y llevándose todo por delante. Un puto circo.
Y nos vamos, encontrándole la parte cómica a todo ésto. Hay que quedarse con algo ¿no?

14.III.08 desesperación

Asistentes: Fernando S, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Santi G, Juan B, Iñigo B, Álvaro R y Sikai Q.

No lo dije en el anterior post, pero el martes llevamos a cabo un entrenamiento más físico que técnico que -espero- nos ayude a ponernos en nuestro sitio.
Pero lo de hoy es demasiado. Así es imposible. Son demasiados los obstáculos, demasiadas las contrariedades que atentan contra todo propósito de volver a la senda de la victoria. Javi M -el capi- sufre un esguince en el dedo de un pie. Euge y Álex -el único portero- se van a esquiar el fin de semana, y Álvaro V -en un momento de forma espléndido- ya ha cogido las vacaciones. Kike sigue cojo.
Es larga, muy larga, la lista de ausencias para un partido más que crucial.
¿Qué le vamos a hacer? Realmente tenemos motivos para bajar los brazos. Los resultados no acompañan, la lista de bajas es una losa, San Juan en San Juan... Objetivamente la situación no invita a ser optimistas de cara al sábado. Pero nuestro escenario de actuación es éste y no otro. No podemos mirar hacia otro lado. Así que tocará hacer piña y defenderse con lo que hay.
Mientras corren intento autoconvencerme de que es posible. Tengo que ser el primero que crea en lo que quiero que crean.
Por supuesto les digo que siempre hay opciones, que lo necesario para ganar puede ponerlo cualquiera. Y les recuerdo que conmigo no cabe otro planteamiento. Siempre jugaremos para ganar, haya lo que haya.
Y lo que hay, esta vez es una posibilidad entre mil de conseguirlo. Pero hay una -en el fútbol siempre la hay- y eso es suficiente. Nuestro deber será hacer todo lo posible, como siempre. A eso vamos a San Juan.
Y los despido con una sonrisa.


Pfff... qué impotencia. Tendré que recuperarme.
Me obligo a recuperarme.

11.III.08 ¿motivación?

Reconozco que yo la necesito... Un poco.
Éste video puede servir. Sólo habría que cambiar el término "vender" por el de "ganar".


REDÍN 5-6 AURRERÁ

Sábado, 8 de marzo.
11:00,
Polideportivo de El Redín.
Comienza la segunda vuelta. Volvemos a vernos las caras con los orkos de Leitza, pero ésta vez en casa y con la única baja de Peter -como en la ida-.
Creo que los chicos realmente se creen capaces de conseguirlo, y me alegro por ello. Es el primer paso para realizarlo.
Una primera parte trepidante termina con empate a dos. Primero nos adelantamos nosotros. Fuertes en defensa, recurrimos a la falta táctica para frenar sus múltiples embestidas, claro síntoma de estar jugando en serio. Todo el juego del Aurrerá pasa por los pies del número dos, un personaje ultradesarrollado físicamente que nos mete en apuros tirando desde su propio campo. Nos meten dos. Y a falta de dos minutos expulsan al capi por doble amarilla. Es el precio de la falta táctica, y el resultado del juego sucio de los de Aurrerá, que no cesan de golpear y agarrar cuando el balón está en otro lado. Los últimos dos minutos los jugamos con uno menos y metemos un gol a falta de treinta segundos. ¡Si!¡Ya está!Ésto es lo que necesitaba. Luz, por fin, al final del túnel.
Salimos al descanso crecidos y el árbitro nos informa de que tendremos que jugar la segunda sin Javi.
Cogemos aire, fuerzas, y sorbemos un poco de espíritu ganador.
Los del Aurrerá se ponen dos arriba -entramos con una marcha menos- y pronto acortamos la distancia a uno. Al poco otra pájara colectiva y nos quedamos con el 3-6. Ocho minutos por delante y tiempo muerto.
¡Venga chavales, un arreón final!¡Estamos cerca!
Metemos el cuarto. Y luego el quinto. Apretamos y apretamos. El ritmo es altísmo. Un espontáneo toca el crono a falta de cinco minutos. Tensión. Y seguimos apretando. Una última contra la cruza Euge en exceso en lo que olía al empate cuasi-definitivo.
Una falta a favor, cerca de su área, cuando quedan 25 segundos lleva a otro espontáneo a parar el crono. Y los del Aurrerá explotan ante la impotencia de un árbitro perplejo. El árbitro da por finalizado el partido cuando quedan siete segundos. Es lo justo.
Partidazo.

7.III.08 que comience la escalada

Asistentes: Javi M, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Álvaro R y Sikai Q.

Termina la primera vuelta y el balance es realmente triste. Cinco partidos. Cero victorias, cero empates. Cero puntos. No esperaba algo así ni de coña.
Corren en el Poli, Peter y Kike con las muletas en banda.
Sentados en portería. El final de la primera vuelta es un buen momento para hacer examen.
Corren rumores de que los cuatro primeros jugarán semifinales. Les digo que no sé si es cierto o no, pero el hecho de que quepa esa posibilidad pesa lo suficiente para catapultarnos a por el cuarto puesto. Estamos jugando mucho mejor que en los primeros partidos de la liguilla y realmente hay opciones de quedar cuartos. Todo empieza ganando al Aurrerá mañana para ponernos así a un punto del quinto. Se puede.
Ellos no sé si terminan de creerlo o no pero viéndolos jugar desde fuera está más que claro. Así se le gana a cualquiera.
Practicamos la rotación en cuadrado unos minutos.
Luego hacemos tandas de tiros a puerta y ejercicios de dos para uno.
Terminamos practicando el cara a cara con el portero. Jugamos a defender atrás, a encajar un gol menos que el rival, y para que salga bien tenemos que aprender a meter todas las que tengamos, que son pocas. Y suficientes.

REDÍN 0-6 IRABIA

Sábado, 1 de marzo.
11:00, Polideportivo de El Redín.
Un pequeño repaso. Eso es lo que nos han dado. Un set en blanco en toda la cara.
Aun así, me atrevo a destacar dos cosas. La primera es que hemos estado condicionados por las bajas, y la segunda es que realmente nos hemos dejado el alma en el campo. Por eso hoy no me voy tan hundido, por mucho que pese éste marcador. Creo que es el más abultado en contra de toda mi carrera deportiva.
Y fue así. Todo comenzó bien. Cerrados atrás, ante un sistema en rombo y cuatro tipos de juego rápido, aguantamos sus envites y salimos tímidamente en dos contras. Pero todo se rompió demasiado rápido. El equilibrio imposible se vino abajo a los cinco minutos cuando un tiro inocente, de ésos de los que no esperas nada, se coló entre las piernas de nuestro portero improvisado. Todos nos miramos. ¿Qué se le va a hacer?
Y caen el segundo, el tercero... Y nos vamos al descanso con el 0-5.
Silencio. Eso es lo que me gustaría a mí. Un silencio que nos permitiese ir muy lejos, a otra parte. Pero me toca hablar.
Sé que es doloroso -les digo-, pero no tenemos más opción que enfrentarnos a ésto. Realmente parece difícil aspirar a rascar algún punto, pero hay formas y formas de morir, formas y formas de perder 3 puntos. No hay portero -seguiremos turnando con Baque, Juan y Miguel-, no están ni Peter ni Kike... estamos los que estamos, y tenemos 25 minutos por delante que hay que jugar.
Les animo a que echen el resto, a que lo hagan con pasión. Si hay que perder perderemos peleando hasta el final.
(...)
Y el partido termina 0-6. Sólo nos han metido un gol en toda la segunda parte.
Duele... pero cabe la sonrisa. Felicito uno a uno como si hubiesen ganado el partido. Sé que han hecho todo lo posible y me enorgullece tener chicos así. Por eso bajo a los partidos. Siempre hay opciones de ganar.

Un dato positivo -para los que los necesitamos-: todavía nadie nos ha metido más de seis. Puede parecer irrisorio pero somos menores, hemos jugado sin portero, sin dos jugadores clave -uno de ellos subcapitán- y ante un equipo -una selección- acostumbrado a ganar 20-0.
Me vale.

29.II.08 siempre hay esperanza

Asistentes: Javi M, Iñigo B, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Iñigo H, Álvaro R, Sikai Q y Jaime O.

"Peter está lesionado. Tiene un esguince y va a estar dos semanas fuera", es lo primero que oigo al cruzar el umbral del colegio. Éramos pocos y parió la abuela.
Cojonudo -y nunca mejor dicho- porque ya son dos los cojos que observan el entreno desde la banda. No puedo evitar sonreír al verlos a los dos, como dos viejetes -cruzadas las manos sobre las muletas- en la banda de la pista cubierta, donde el resto espera para comenzar.
Peter es la segunda vez que se lesiona en ésta liguilla. Kike tiene para rato...
Y pienso para mis adentros, ¿porqué coño se tuerce tanto todo? Estamos en un momento crucial, peleando por reinventarnos -me encanta ésta palabra-, por confirmar nuestra mejora con los resultados... Mañana recibimos a Irabia -actual líder-, en lo que será el último partido de la primera vuelta y el más difícil. Y espérate porque viene más: Álex -el portero del equipo- se va a esquiar.
Me vibra el ojo izquierdo, el tic previo a la locura.
Me repongo pensando que, chico, qué se le va a hacer. Lo nuestro es plantar cara con lo que hay.
Y sonrío al pensar que son éstos los retos que realmente merece la pena. No tanto por el hecho de conseguir vencer, sino más bien por la oportunidad que se nos brinda de morir de pie.
Y realizamos unas vibrantes tandas de tres para dos, de dos para uno y de careos con el portero.
A los que sí estarán mañana les pido -es obligatorio- que no pierdan la fe. Después de todo vamos a enfrentarnos a mortales con dos piernas, como nosotros. Y siempre hay esperanza.
Me voy espectante, acariciando la muleta que me sale por la oreja.

26.II.08 estamos juntos en ésto

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Iñigo H, Álvaro R y Jaime O.

Entrenamos en el Poli. Tras cargar un poco la mano con algún que otro ejercicio físico los siento en los bancos, en la línea del medio. Tenemos todo el Poli para nosotros -en la grada solo está Kike, con sus muletas-, un escenario maravilloso para hablar de la marcha del equipo.
Primero les pido perdón. Perdón porque he estado a punto de descargar toda mi rabia con ellos, y esa no es la solución. Les explico que estoy "cabreado", contrariado, por lo duras -casi injustas- que han sido las últimas dos derrotas -por la mínima- en partidos de una entrega total. Pero estamos juntos en ésto y no puedo cargar en su contra. Les animo a que sientan algo parecido, a que frunjan el ceño y aprieten los puños en los próximos partidos, porque el premio está cerca, muy cerca.
Mientras les hablo me derrito por dentro sabiendo que posiblemente les estoy pidiendo un imposible. Su entrega y sacrificio físico ha sido para quitarse el sombrero, y eso ha hecho que dos equipazos como Funes y los del A solo hayan podido ganarnos por la mínima.
Pero hay que seguir exigiendo, apretando. Si no lo hiciese todo acabaría aquí. Y queda mucho año por delante.
Jugamos un partido. Como un privilegiado me subo a la zona VIP de la grada para verlos desde arriba.
Tengo un equipazo.

REDÍN A 4-3 REDÍN B

Sábado, 23 de febrero.
10:00, Polideportivo de El Redín.
Todo el colegio para nosotros. Somos los primeros en llegar.
Mañana veraniega, con esa frescura de la primera hora de un día sin nubes.
Calentamos como siempre. A falta de cinco minutos nos sentamos en las escaleras de fuera -cara al Poli- para tener una dosis de mentalización.
Es el partido más esperado del año, la oportunidad de poder hacerle un roto a los mayores.
El partido es vibrante. Nuestro sistema defensivo funciona a la perfección y a los 18 minutos de partido seguimos con la portería a cero. Erramos dos contragolpes.
Jugamos bien. No lo hacemos bonito, no tocamos más, pero lo nuestro es una exhibición de sacrificio defensivo, un sistema que te da dos o tres opciones por parte de meter al contragolpe. Y les metemos el miedo en el cuerpo.
A falta de 7 minutos nos metemos en propia, y a falta de 3 empatamos. Golazo de Juan de bolea tras pase elevado del capi.
Justo antes del descanso -quedaban 20 segundos- nos meten el segundo en una cadena de rechaces en el área, a la salida de un córner.
Salimos para hablarlo.
Es posible. Desde luego está cerca.
En la segunda comenzamos encajando dos, y el partido se pone 4-1. Paramos. El partido no puede morir ahí. Y nos acordamos de la remontada de San Juan. Sólo son tres goles.
Eso sí, lo primero es no encajar ni uno más. Y nos ponemos a ello.
En cinco minutos les metemos dos y nos venimos arriba. El árbitro no señala una cesión clarísima a favor nuestra a falta de dos minutos. Álvaro está inconmensurable en defensa -todos lo están- y seca totalmente al mejor de los suyos. No llegan al área. Pero todo termina ahí. Todo queda en el suspiro final de tocar los tres puntos con las llemas de los dedos.

Cerca hemos estado de darles un sustito a los mayores, algo totalmente inesperable. Es para estar contentos, una confirmación de que estamos mejor.

19.II.08 por buen camino

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Santi G, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B, Sikai Q, Iñigo H y Jaime O.

Tras las carreras de rutina el rutinario análisis del partido del sábado. Interesantísimo.
Pese a haber perdido me toca felicitarles. Personalmente, se me quedó cierto retrogusto de victoria.
Lo del sábado fue toda una exibición de espíritu ganador, de entrega, de sacrificio, que no significó la consecución de los tres puntos porque unas veces toca y otras no. Realmente dimos un paso importante en Funes. Fue la confirmación de que nos hemos reinventado, de que hemos crecido, y de que aquí se está construyendo un equipo prometedor. El tiempo premiará.
Y, a modo de premio -aunque no se lo vendo así-, hacemos un partido de fut-volley. Pista de tennis, seis para seis, tres toques por equipo, tres por jugador y un bote como máximo en tu campo. Pronto cogen la dinámica y queda una cosa simpática a la vez que ejercitan técnica.
Terminamos con una tanda de tiros.
Como el viernes estaré en Barcelona no podremos preparar el choque ante los mayores, uno de los más esperados del año. Incomprensiblemente me quedo tranquilo. Consciente de nuestras pocas opciones creo que jugando como el sábado aun podríamos darles un sustito a uno de los mejores equipos de Navarra.
Y me alegra ver que por fín me lo creo.

FUNES 3-2 REDÍN

Sábado, 16 de febrero.
10:30, Polideportivo de Funes.
Aterrizamos en dos coches a las 10.00. El recibimiento es cordial y la mañana soleada.
Nos ponemos a correr en un polideportivo que más parece un angar militar, con su puesto de pinchos en el fondo norte. A falta de cinco minutos nos metemos en los vestuarios. Hoy es el día y vosotros sois los elegidos -he sido más riguroso en las convocatorias- para cambiar el rumbo de éste equipo.
Van motivados.
Plan sencillo. Nuevo esquema defensivo -2-1-1- y rotación en cuadrado, únicamente en cuadrado. Juego eficaz. Encajar pocos goles, entrega física total y pocos contragolpes -hay que saber elegirlos o volvemos a tocar atrás- pero letales.
Y la primera parte es de libro. ¡De libro! No doy crédito. Tras los primeros minutos de tanteo nos hacemos con el balón, con el discurso y con el mando. El trabajo defensivo del punta -el primero que entra al balón esté donde esté- permite al segundo punta -un chaval rápido- adelantarse cómodamente a los balones de zona media para, o bien tocar atrás o bien contragolpear. Los dos cierres tienen poco trabajo.
Los de Funes comienzan a incomodarse, incapaces de llegar a la zona de peligro. Inquietos. Y en dos contragolpes les metemos dos goles. Nos presionan hasta nuestra área sin alcanzar nunca el balón. Es peligroso... pero divertido. Cuatro orcos ante nuestra portería viendo como vamos y venimos sin saber cómo alcanzar el balón. Es genial.
0-2 al descanso. Increíble. Ni siquiera los mayores -la semana anterior- fueron capaces de algo así.
Afrontamos la segunda con dos bajas -solo un cambio- y... se nos hace demasiado larga. Nos deshacemos ante el empuje y la garra del rival. Salimos tocados de su primer gol. No aprovechamos nuestros dos contragolpes -¡dos clarísimos!- y...
Un tío en plancha, de cabeza tras varios rebotes -tres defensas en el suelo con el portero-, termina por empujar el tercer gol a la red. Y todo acaba con unos últimos empujes nuestros a la desesperada.
Lagrimones de impotencia en los chavales, la rabia incontenida de haber tenido algo grande que se va como el agua entre las manos.
Pero no. Lo que hemos hecho hoy no se va. Ésto es otra cosa, y las victorias llegarán. Tampoco podemos pretender pasar de la nada al todo de la noche a la mañana. Digo yo, vamos...
Éste es el camino.

15.II.08 "catenaccio"

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Enrique P, Santi G, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Juan B y Sikai Q.


Dia primaveral. Tras la terapia del otro día sobre todo aquello de la reinvención me propongo medir los efectos. Cambiar el modo de defender es un modo de concretar una llamada urgente a un mayor sacrificio a la hora de defender.
Como resultado de una profunda reflexión interior he llegado a la conclusión de que hay que empezar por aquí. Hemos jugado y palmado estrepitosamente contra los que han pasado como segundos a ésta liguilla final. Ahora toca medirse a los que en principio son los fuertes del grupo. Y hay que mover ficha.
La opción más segura es la de reforzar el sistema defensivo. A fin de cuentas es la línea en la que menos tiene que notarse la diferencia de edad con el rival. Tener que sobrepasar a unos tíos mayores, más rápidos y más fuertes es más difícil que intentar pararlos. Después de todo es una cuestión de orden, de saber agruparse y cerrar huecos, y no tanto de calidad individual -aspecto del que realmente no podemos presumir y que sí es decisivo para jugar al ataque-.
Construír un muro imbatible está al alcance de cualquiera, y de hecho me preocupa menos que tener que convertirnos en expertos "contragolpeadores", concepto inseparable del catenaccio ganador.
La verdad es que es todo un arte. ¿Quien no ha desesperado alguna vez al enfrentarse a equipos así? Da la impresión de que les basta llegar una vez para llevarse el primer premio, dejarte con las piernas temblando y en profunda crisis de personalidad. Je, je.
Catenaccio. Nunca dejará de estar de moda.

12.II.08 hay que reinventarse

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Álvaro R, Enrique P, Santi G, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Álvaro V, Jaime O Juan B y Sikai Q.

Entrenamos en el Poli, y llego tarde. Don Alberto ya les ha puesto a correr.
Los siento en unos bancos y les propongo una reflexión.
Larga reflexión sobre... más o menos todo.
A modo de resumen: vuelta a las raíces y una dosis de "catenaccio".
Así, para empezar, tenemos que recuperar los valores originales. Rotación en cuadrado y punto. Es como nos sentimos más a gusto, lo que más hemos practicado. El rombo ha sido una mala idea. Ya llegará el momento de jugar en rombo. Además, lo primero es la confianza, jugar con la seguridad de saber jugar.
Y por otro lado "catenaccio". Significa "cerrojo" en italiano, y es la filosofía de fútbol de muchos de los equipos de allí por la que prima el hecho de encajar un gol menos que el rival, y no el meter uno más. Es decir, lo primero es defender, y no atacar. Solidez. Creo que lo necesitamos. Además, se trata de un sistema más fácil de practicar. El desgaste atrás es considerable y todo es saber esperar el momento preciso. No hay que atacar cincuenta veces para meter diez goles. Hay que atacar diez para meter nueve. La clave será esperar, pacientes, para salir a matar.
Es menos vistoso pero a mí me gusta.

REDÍN 1-6 SAN JUAN (ay!)

Sábado, 9 de febrero.
11:00, Colegio El Redín.
La verdad es que tengo buenas vibraciones, un tanto confusas tras haber conocido la dura cara de la derrota en Leitza.
El día es perfecto y jugamos donde mejor lo hacemos: en nuestro Poli.
En frente un equipo al que ya ganamos en su campo tres semanas atrás, y que consiguió empatarnos a principio de curso a cuatro. Los chavales van bien, un tanto confiados pero bien.
Y arranca el partido.
No nos presionan tanto como lo hicieron los del Aurrerá, y tocamos algo más cómodos. Ellos son grandes, más de lo que recordaba. Y empezamos metiendo el primero... a la postre el único. Los de San Juan reaccionan incrementando la presión y nosotros no les aguantamos ni un envite.
1-3 al descanso.
Un momento para la reflexión. Evocamos el espíritu del San Juan cuando nos empató a cuatro tras ir perdiendo de tres. Pero no es lo mismo. Nosotros no sabemos jugar perdiendo. Nos puede la presión y temblamos como flanes.
Y nos clavan un rotundo 0-3 en la segunda.
Es curioso, tengo la impresión de que es el partido que mejor ha jugado mi portero, aunque sea en el que más goles nos hemos llevado del año. La verdad... nos ha salvado de una buena.
Y mi paciencia redactando llega hasta aquí.

8.II.08 a ver ahora

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Álvaro R, Enrique P, Santi G, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Juan B y Sikai Q.

Exterior descubierto. Álvaro V enfermo.
Corremos lo habitual. Tras unas breves palabras de introducción a lo que será el partido de mañana nos ponemos a rotar. Primero lo hacemos en cuadrado y luego en rombo.
Después lo hacemos de las dos formas a la vez.
Acto seguido hacemos unas tandas de tiros a puerta, y terminamos con un partidillo que sirva para practicarlo todo.
Mañana... San Juan. A las 11 y en casa. Una victoria espantaría mis muchos males generados en Leitza. Todo lo demás... me deprimirá, eso seguro.
Veremos.

PS: Digo, que se agradecen comentarios como el de EPI en el anterior post. Me hacen ver que no estoy solo en todo ésto... aunque solo se trate de un juego. Gracias.

5.II.08 hay que levantarse

Asistentes: Javi M, Fernando S, Iñigo B, Álvaro R, Álvaro V, Enrique P, Santi G, Miguel G, Eugenio H, Pablo F, Álex I, Juan B y Sikai Q.

Empezamos puntuales. Corren más de la cuenta y yo aprovecho para hablar individualmente con alguno.
Sentados en la portería les pregunto por el partido de Leitza.
Les muestro mi malestar por la imagen dada, y cargo la mano. Tras apuntar las cosas que salieron mal cambio el discurso: ésta liguilla nos está dando otra oportunidad. Hemos tenido la suerte de que, incomprensiblemente, el resto de partidos han terminado en empate. Es decir, a pesar de haber perdido estamos a 1 punto de todos nuestros rivales, exceptuando -lógicamente- al Aurrerá. Espero que ésto les lleve a meter quinta (o por lo menos a salir del punto muerto, visto lo visto en Leitza).
Rotación en rombo.
Luego jugamos -cancha de tennis- un partido sin porterías, para aprender a aguantar la posesión. Es un ejercicio interesante.
Y partidillo final. Hay que salir de éste bache, y qué mejor que ante el San Juan el sábado, y en casa.
Que llegue ya.

reflexiones solitarias

Mis reflexiones tras la primera derrota del año son tan altas -y tan dolorosas- que no puedo dejar de escribirlas:
¿somos realmente un equipo malo, y ya está? ¿estamos aquí únicamente por tener la suerte de habernos cruzado con equipos todavía peores?

Puede que sólo se trate de un mal partido ¿no? Si es así, necesito ver uno bueno ya. Y me acuerdo de Irati, de San Juan......................................................................................................
................................. No somos malos.
Es culpa mía. Haber preparado con tanto tiempo el partido y haberlo dibujado de forma tan bélica ha sido una carga psicológica excesiva para ellos. Después de todo sólo tienen 11 años.................
......................
.......................... Homb
re, antes o después tendrán que aprender a meter la cabeza en partidos así ¿no? La gracia va a estar en que me va a tocar a mí ver cómo aprenden a base de tortazos como el de Leitza, y eso duele. Pero bueno, con los años...................
...........
.......................................................................
Sí, todo fue por pura debilidad mental, flojera psicológica. Aunque, no sé, igual me equivoqué con el planteamiento. Igual teníamos que haber jugado en rombo, o haber esperado en medio... bah, ¿quién coño lo sabe?
................
........................................................................................................................
................. También es cierto que nos presentamos ahí con importantes carencias -Peter, Euge, titulares habituales-, que hicieron debutar a Iñigo H -metro cuarenta, en otros capítulos portero- como delantero..............
................ Psché...y tantas cosas.
Creo que debería meterme menos. No es sano.
Pero no puedo.

Suenan los "White Stripes". Me encanta ese grupo.
Os dejo con ellos.